Carta – Propuesta en estatua de Juan Pablo II
(El Mercurio. 26/09/2009)
Señor Director:
Por razones profesionales, tuve el privilegio de conocer personalmente al Papa Juan Pablo Segundo, tanto en Roma como en Santiago. Guardo como uno de los mejores recuerdos de mi carrera periodística unas fotos con él en el Vaticano, en que aparezco tomándole sus dos manos y hablándole, mientras él escucha atento con su mirada dulce y a la vez penetrante. Teniendo en cuenta el especial empeño que puso por la paz interna y externa de Chile, y estando en pleno proceso de canonización, me da mucha pena la polémica surgida a raíz de la iniciativa de la Universidad San Sebastián de erigir un monumento en su memoria. Si bien me parece un poco chovinista que sea la estatua más alta del mundo, no entiendo que sea rechazada sólo por ese hecho, por lo cual creo que una manera de dejar conforme a “moros y cristianos” sería reducir su tamaño, eliminando gran parte de la base de concreto de seis metros que tiene el proyecto original, y así quedaría más en armonía con la perspectiva de la plaza donde estará emplazada.
Mónica Cerda S.M.