La increíble experiencia de viajar en tren a 430 km/h y sin tocar los rieles
(El Mercurio. 26/09/2009)
POR ALBERTO ROJAS MOSCOSO Enviado especial
SHANGHAI Las puertas se cierran y varios pasajeros occidentales intentan disimular su nerviosismo sonriendo de manera forzada. Entonces el convoy de 130 metros comienza a moverse, al tiempo que las miradas se clavan en los indicadores digitales empotrados en las paredes, que muestran la velocidad a medida que el tren avanza.
En segundos éste alcanza los 120 km/h y luego los 200, 250 y hasta 300 km/h.
Pero aunque la velocidad sigue aumentando segundo a segundo, en su interior no se percibe más que un zumbido.
Y cuando el marcador muestra los 400 km/h, los pasajeros simplemente enmudecen, sentados en sus asientos color celeste, pero el conteo no se detiene y al alcanzar los 430, el tren se llena de exclamaciones de sorpresa e incluso hay aplausos.
Así es viajar en el tren magnético de Shanghai -también conocido como Maglev-, cuyo recorrido de 30 kilómetros entre el centro de esta ciudad y el Aeropuerto Internacional de Pudong toma sólo siete minutos y 30 segundos.
El mismo tramo, al recorrerlo en auto, puede significar hasta una hora de viaje producto de la congestión vehicular.
Flotando sobre la línea
¿Pero qué implica que sea magnético? Que es un tren que no utiliza ruedas, sino campos magnéticos que le permiten literalmente flotar sobre los rieles a una distancia de apenas 4 mm. Y si bien no necesita un conductor, ya que es controlado íntegramente por computadores, siempre suele viajar alguien en la cabina como una precaución.
Con un costo cercano a los US$ 1.400 millones y casi seis años de funcionamiento, el Maglev es uno de los mayores logros que destacan las autoridades chinas a sólo días de conmemorar los 60 años de la fundación de la República Popular China, sin olvidar que Shanghai será la sede de la Exposición Universal de 2010.
El Maglev funciona entre las 06:40 y las 22:00 horas, transportando un promedio de 12 mil personas diarias. Y el boleto simple tiene un costo 50 yuanes (un poco más de US$ 7), pero si compra un boleto ida y vuelta al aeropuerto para el mismo día, la tarifa sube a 80 yuanes.
Aunque se le critica que un recorrido de sólo 30 kilómetros no lo hace rentable, Shi Jianging, responsable de la oficina de cooperación internacional de la empresa que opera el tren, explica que su objetivo principal ha sido ofrecer un medio de transporte “de punta” para la población. Y que si bien en un comienzo recibía un subsidio estatal, en este momento ya no es necesario.
La actual línea Shanghai-Pudong opera con tres trenes magnéticos. Y Shi Jianging adelanta que en este momento está en evaluación un proyecto para construir una nueva línea de 180 kilómetros de largo, que en términos preliminares uniría Shanghai con la vecina ciudad de Hangzhou.
La tecnología magnética que utiliza este tren fue producto del trabajo conjunto entre China y Alemania a fines del siglo XX. Sin embargo, este último país todavía mantiene su tren Maglev como un prototipo.