Las comunas más pobladas de Santiago tienen más de 800 calles y pasajes enrejados
(El Mercurio. 02/10/2009)
POR EQUIPO DE CRÓNICA
Un total de 820 calles y pasajes enrejados hay en las más pobladas comunas de Santiago, según un catastro realizado por “El Mercurio” a propósito de un reciente fallo judicial que determinó que es ilegal que los vecinos cierren con rejas estas vías y que deben abrirlas.
Los vecinos han optado por este método para defender sus barrios de la delincuencia desde 1993, y ha crecido significativamente en los últimos años debido al alza en los índices de victimización en la capital.
Maipú es la comuna con más enrejamientos. Son 224 calles y pasajes que se encuentran cerrados. Según el municipio, en el último año se autorizaron 24 nuevos cierres de pasajes y actualmente se tramitan otras 20 solicitudes de vecinos.
Según el coordinador del Departamento de Tránsito de esa comuna, Germán Muñoz, esto se debe a que la antigua ordenanza municipal “tenía requisitos muy difíciles de cumplir por los vecinos”. Con la norma actual, creada en 2007, Maipú permite el cierre sólo a pasajes que no colinden con una vía principal y que estén abiertos durante el día, entre las 7 y las 20:30 horas, en invierno, y hasta las 21:30 en horario de verano.
“La mayoría son todos pasajes, que pueden tener dos salidas, no necesariamente tienen que ser pasajes sin salida, y todos los vecinos deben estar de acuerdo”, explicó el coordinador del Departamento de Tránsito.
El municipio de Puente Alto, la comuna con más habitantes de la Región Metropolitana (492 mil), no quiso revelar cuántos pasajes enrejados tiene.
En el sector oriente de la capital, esta medida de seguridad adoptada por la población también existe, aunque no de manera generalizada.
En Providencia hay sólo 13 casos. Su alcalde, Cristián Labbé, afirmó que éstos son antiguos y están ubicados en sectores como Bellavista y en el suroriente de la comuna. “En el último tiempo no hemos dado permisos, porque no se han solicitado. Algunos vecinos han querido instalar un portón, pero no han logrado la aprobación unánime de los residentes”, dijo Labbé.
En Las Condes diferencian los pasajes públicos -de los que existen 47 en la comuna- de los pasajes privados, de los cuales hay 35. El director de Obras de Las Condes, Juan Ignacio Jaramillo, explicó que sólo está permitido el cierre de los llamados “fondo de saco” o sin salida, y para tener el permiso, también deben estar todos los residentes de acuerdo.
En Vitacura, una de las comunas con más altos índices de victimización, 34 pasajes se encuentran enrejados. El municipio autoriza el cierre de calles con un solo acceso, y siempre y cuando ninguno de los residentes que resulte afectado por la medida se oponga.
En la comuna de Santiago se ha autorizado el cierre de 10 pasajes públicos y calles desde 1998 a la fecha.
En el caso de los vecinos que quieran enrejar, pero que no cuentan con apoyo unánime, es el alcalde el que debe tomar la última palabra para autorizar o no la instalación de la reja, dependiendo, eso sí, de si se esgrimen razones de seguridad tras la petición.
SIN CATASTRO
Comunas como El Bosque, Pedro Aguirre Cerda, Lo Espejo y San Miguel no cuentan con un registro.
Las razones
MICHEL VARGAS
Dirigente de Peñalolén
“Los vecinos buscan más seguridad, iluminación y menos tráfico. No creo que sea bueno crear guetos, pero la delincuencia no nos deja otra opción”.
RICARDO GANA
Dirigente de Las Condes
“Tenemos varios pasajes enrejados, y los cierres se entienden cuando hay problemas de seguridad. Es la solución que tenemos a mano”.
MARÍA TERESA URRA
Dirigenta de Vitacura.
“Cerrar los pasajes ha dado buenos resultados. Ahora los niños pueden salir a jugar tranquilamente. Dentro de los pasajes surgen pequeños barrios”.
MARGARITA ACEITUNO
Dirigenta vecinal de Maipú
“Está bien que se cierren los pasajes por los niños, que así están más protegidos de los autos, de la delincuencia, de las drogas”.
GLADYS VERA
Dirigenta de Lo Barnechea
“Teníamos problemas con grupos de vándalos que merodeaban nuestras calles, y eso se terminó”.
Ministras en contra; Paz Ciudadana: no hay evaluación
Tanto el Ministerio de Vivienda como la cartera de Bienes Nacionales coinciden en que la seguridad no se logra cerrando barrios. “Todos los estudios internacionales demuestran que las calles sin acceso y con pocas personas crean la mayor cantidad de oportunidades para el robo y el crimen”, afirmó la ministra de Vivienda, Patricia Poblete.
Y la ministra de Bienes Nacionales, Romy Schmidt, sentenció: “Es perfectamente atendible la inquietud de los vecinos de buscar una mayor seguridad ciudadana, pero esto no se logra a través de cercar las ciudades. De permitirlo arbitrariamente, podría producirse, por ejemplo, que las personas que tienen que llegar a sus hogares a través de una calle que ha sido cerrada deban ahora recorrer una larga distancia, exponiéndose a ser víctimas de la delincuencia”.
La directora ejecutiva de Fundación Paz Ciudadana (FPC), Francisca Werth, aclara que en Chile no hay una evaluación de la utilidad que tiene el cierre de calles para contener a los delincuentes. Sin embargo, señala que la experiencia inglesa sí detecta que este tipo de medidas preventivas aumentan el costo y el grado de dificultad a los delincuentes para cometer los ilícitos.
Pero, también, indica que el hecho en sí no soluciona el problema. “Esas evaluaciones señalan que aunque disminuye en algo la victimización, también deben considerar otros factores que se ven impactados por la instalación de rejas, como el acceso de los servicios de emergencia, la calidad de vida de las personas, la vida en comunidad, entre otros”.
Fallos
Ya en 1993, la Contraloría consignó el impedimento de los municipios para cerrar calles. El 16 de septiembre pasado, la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, ante el caso de la calle Maquehue de Cerrillos, ratificó la posición de la Contraloría en cuanto a que las calles o pasajes son bienes nacionales de uso público, por lo que no pueden ser cerrados, aunque con ello se busque neutralizar a la delincuencia. El 24 de septiembre, un dictamen de la Contraloría reiteró que el cierre es excepcional y sólo bajo ciertas condiciones si lo permiten los municipios, tras el reclamo de un propietario del pasaje Los Tordos, de Peñalolén.