Gran Bretaña vende un moderno tren y un puente sobre el Támesis
(El Mercurio. 13/10/2009)
El Primer Ministro británico, Gordon Brown, anunció ayer que su gobierno venderá activos por valor de 16.000 millones de libras (US$ 25.400 millones) en dos años para reducir el déficit público y ayudar al país a salir de la recesión.
“Hemos establecido una lista de activos que estamos decididos a poner en el mercado próximamente”, precisó Brown ante un grupo de economistas en Londres. La lista es interesante.
Entre estos destaca el High Speed One (la única línea ferroviaria de alta velocidad de Gran Bretaña, que une el túnel bajo el Canal de la Mancha con Londres), la compañía de apuestas Tote y el puente de Dartford, que cruza el río Támesis en el este de Londres.
Sacrificio nuclear
En el programa -de una extensión de cuatro años- también figura la venta del 33% de la participación que tiene el gobierno en Urenco, una instalación de enriquecimiento de uranio destinada a plantas nucleares en todo el mundo, dice EFE.
El resto del programa provendrá de la venta de bienes raíces y otros activos en poder de los municipios, dijo Brown.
En una primera reacción al discurso de Brown, el líder tory , David Cameron, señaló que vender activos era una buena idea, pero advirtió que había que asegurarse de “obtener un buen precio”, informó la BBC.
El ministro de Finanzas, Alistair Darling, aseguró por su parte que las ventas se llevarían a cabo sólo cuando “las condiciones fuesen buenas”.
Estas ventas deberían permitir reducir un poco el déficit público de Gran Bretaña, sin cortar demasiado el gasto público, cuando la maltrecha economía de este país no ha salido todavía de la recesión, señala AFP.
El déficit, que se disparó con los planes de rescate bancarios y las medidas de reactivación sin precedentes adoptadas frente a la crisis, debería alcanzar este año los 175.000 millones de libras (US$ 258.000 millones), es decir 12,4% del Producto Interior Bruto (PIB), según proyecciones del gobierno.
El enderezamiento de las finanzas públicas británicas debería ser uno de los principales temas de las próximas elecciones generales, previstas a más tardar en junio, y para las que los sondeos auguran que, tras 12 años en la oposición, los conservadores desalojarán a los laboristas de Downing Street.
Los conservadores, que critican desde hace meses el aumento de la deuda pública, comenzaron la semana pasada a detallar sus planes para reducirlo, incluidos algunos recortes “dolorosos” del gasto público.
El laborismo se comprometió en septiembre a reducir el déficit a la mitad en los cuatro años posteriores al fin de la recesión, efectuando también recortes en el gasto público.
US$ 25.400 millones
en activos no financieros venderá el gobierno británico en dos años como método para reducir el déficit público (que este año llegará a los US$ 258 mil millones), y ayudar al país a salir de la recesión.