Carta – Monumento de Juan Pablo II
(El Mercurio. 14/10/2009)
Señor Director:
En relación con el debate suscitado en torno a la escultura en homenaje a S.S. Juan Pablo II, deseo manifestar a Ud. lo siguiente:
1.- Siento el más profundo respeto y admiración por la obra y el mensaje del Papa Juan Pablo II, y en especial por su brillante actuación como mediador en el conflicto entre Argentina y Chile y por su iluminada visita a nuestro país, decisiva para guiarnos en el retorno a la democracia por un camino de paz y entendimiento.
2.- Sin embargo, considero que la dimensión de la escultura proyectada en su memoria frente a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile es del todo desproporcionada en relación con su entorno, y tal característica la convertirá más en un punto de referencia para la ubicación de las instituciones que se encuentren a su alrededor que en un homenaje armónico a tan extraordinario hombre, y
3.- Frente a las destempladas e irracionales descalificaciones de que ha sido objeto el sacerdote jesuita Felipe Berríos por dar a conocer su legítima opinión sobre el tema en cuestión, debo manifestar mi total respaldo hacia quien, sin duda alguna, es una de las personas que con mayor tenacidad, coherencia, valentía y serenidad han hecho de su vida un ejemplo de promoción de los valores del catolicismo, poniendo especial énfasis en una tarea aún pendiente: “Los pobres no pueden esperar”.
Julio Domínguez Longueira
Ex Alumno Colegio San Ignacio
Ex Alumno Escuela de Derecho Universidad de Chile