Columna – La Remodelación San Borja en el bicentenario
(La Nación. 14/10/2009)
Por Patricio Herman / Columnista LN
El 27 de mayo publicamos el artículo “Por una Remodelación San Borja transparente”, donde dimos a conocer una serie de situaciones aberrantes, cuyos perjudicados son qienes adquirieron sus departamentos creyendo que las autoridades iban a cumplir lo prometido en los folletos promocionales. Este bien concebido proyecto urbano se desnaturalizó en el transcurso del tiempo y hoy es un burdo remedo de lo que debió haber sido. Pero por fortuna los vecinos de las 18 torres, posiblemente incitados por ese relato, se organizaron en defensa de sus legítimos derechos y reactivaron un antiguo Comité de Adelanto, presidido ahora por una profesional muy informada, de sólida personalidad y capacidad técnica para exigir la recuperación del barrio.
Recordemos que este movimiento de soberanía ciudadana se creó al detectarse, por casualidad, que la Municipalidad de Santiago, accediendo a una petición verbal de la Pontificia Universidad Católica, había decidido construir un estacionamiento bajo avenida Portugal, aunque el pretexto para justificar esa intervención es que la obra está destinada a los futuros visitantes del Centro Cultural Gabriela Mistral (ex edificio Diego Portales). Recordemos que este tipo de equipamiento en los subsuelos de las grandes ciudades es un lucrativo negocio, porque el crecimiento del parque automotor asegura una demanda permanente.
Este comité, cuyos directores son personas con un alto grado de idoneidad, aglutina a más de 10 mil habitantes deseosos de vivir en un buen ambiente urbano y social. Así fue como el alcalde Pablo Zalaquett, después de haberlos auscultado, se allanó a recibir en su despacho a estos dirigentes comunitarios. La reunión se efectuó el 6 de octubre y el alcalde, acompañado con sus asesores en seguridad y vivienda, escuchó con atención y cierta contrariedad las expresiones vertidas por la presidenta del comité, que se reflejaban en un power point entregado al edil para que le sirviera de ayuda-memoria.
Entre otras cosas, los vecinos expresaron, a modo de crítica, que la participación ciudadana en la modelación del desarrollo urbano es indispensable para tener buenas ciudades y que, por tanto, rechazan de plano la forma seudoparticipativa vigente en Chile, donde el concepto “ciudadano” es un mero adorno porque los que ejercen el poder siempre hacen lo que ellos desean y, para validar sus actos, se llevan a cabo procesos denominados de participación ciudadana que son saludos a la bandera. Con ello, sus promotores salen airosos y siempre se ejecutan sus proyectos concebidos entre cuatro paredes.
Los vecinos le señalaron al alcalde que en el espacio público de la Remodelación San Borja existe un alto nivel de inseguridad derivada de la delincuencia y que las calles y el Parque San Borja están capturados por la mendicidad y los escasos equipamientos están abandonados por desinterés de las autoridades locales.
También le representaron que el lugar donde está el acceso sur de la estación Universidad Católica del Metro es un espacio sucio, aún más, pestilente y mal iluminado, foco de accidentes y asaltos y -aunque el lector no lo crea- los transeúntes ebrios orinan y defecan a vista y paciencia del resto de los peatones.
En lo que tiene relación con las torres del conjunto de viviendas orientadas a la clase media, se destacó una serie de deficiencias producto del descontrol generalizado: las redes de gas carecen de certificación; los ascensores tienen severos problemas y no cumplen las mínimas normativas de seguridad; las instalaciones eléctricas y colectores de alcantarillado están en riesgo de colapsar y, como efecto de la irresponsabilidad de las empresas de TV cable y telefonía, se han deteriorado los espacios interiores de los edificios. Está claro que la municipalidad no tiene responsabilidad por estas anomalías, pero sí los vecinos solicitaron al alcalde que, con fondos concursables, se vayan solucionando paulatinamente tales situaciones de alto riesgo.
Le expresaron al alcalde que antes de pensar en licitar el estacionamiento, él debe regularizar el dominio de los espacios adyacentes a las torres, porque estos terrenos de uso común de los distintos edificios se les confiscaron hace años a sus legítimos dueños, a lo que respondió que si de él dependiera no tendría inconvenientes en acceder a lo solicitado. Así las cosas y en el entendido de que el alcalde impartirá las instrucciones pertinentes para recuperar la Remodelación San Borja, quisiéramos que en la fecha de las celebraciones del bicentenario ese barrio tenga una sustantiva mejor cara.