Carta – Estatua de Juan Pablo II
(El Mercurio. 18/10/2009)
Señor Director:
Ante la declaración pública emitida por el Colegio de Arquitectos de Chile sobre el proyecto del Parque Juan Pablo II (ex José Domingo Gómez Rojas), como arquitecto a quien se le encargó el diseño de esta iniciativa, quiero hacer algunas precisiones que resultan relevantes para una correcta comprensión de la misma.
En primer lugar, no se ha contado con toda la información necesaria y disponible para formular una opinión ecuánime.
Previo a la emisión de la citada declaración pública, se invitó a esta entidad gremial para presentarle el proyecto definitivo, pero lamentablemente el encuentro no se pudo concretar. Mi posición en este tema ha sido de absoluta disponibilidad una vez que el proyecto en su conjunto estuviera finalizado, situación que ocurrió esta semana.
Respecto de lo manifestado por miembros del colegio, existe un error al señalar que la altura de la plaza indicada es de 1,5 metro, ya que la medida prevista máxima es de 70 cm. Esta medida difiere ampliamente con lo manifestado públicamente.
En cuanto a la configuración de la plaza, es importante aclarar que ésta sí contempla áreas verdes, para lo cual no sólo se mantendrán las especies centenarias que hoy posee, sino que también se aumentará la superficie arbórea en un 100%. Ello será complementado con la implementación de paseos peatonales para los habitantes del barrio, lo que permitirá conectar el sector con las calles Pío Nono, Ernesto Pinto Lagarrigue, Bellavista y vías próximas.
Además, quiero precisar que la imagen prevista en dicha plaza, en honor a Juan Pablo II, no es la más grande de Santiago. Existen más de cuatro esculturas en el centro de la capital que poseen una mayor magnitud y que están ubicadas en espacios mucho más reducidos o a lo menos similares. Entre ellas, monumento a Carabineros de Chile, monumento a Arturo Prat y monumento a José Manuel Balmaceda.
Es necesario recalcar que el proyecto definitivo presentado esta semana al Consejo de Monumentos Nacionales tiene claras diferencias con muchos de los argumentos expuestos por la prensa y que desafortunadamente el Colegio de Arquitectos ha recogido como ciertos.
Me habría gustado que el colegio profesional que nos agrupa, y que es un referente para la comunidad, hubiese emitido una opinión responsable contando con todos los antecedentes del proyecto definitivo.
Cristián Boza Díaz
Arquitecto