Vivir y morir en Ciudad Juárez
(La Nación. 18/10/2009)
Por Stefan Schaaf y Pía Díaz
Los cadáveres aparecen generalmente durante la mañana. Los periodistas conocen esta regla no escrita de los cárteles de la droga. Las víctimas son encontradas a una por hora. Ciudad Juárez vive en estado de guerra.
Durante los cuatro días en que estuvimos allí a principios de mes, cuarenta personas fueron asesinadas.
Ellas son las víctimas de los grupos que buscan hacerse con la ruta de tránsito hacia los Estados Unidos, el principal consumidor de drogas del continente. Específicamente, se habla de un enfrentamiento entre el Cártel de Juárez y el de Sinaloa.
“Es totalmente normal que a diario se encuentren entre cuatro a cinco cadáveres. Desde comienzos del año la situación ha escalado”, explica el periodista Martín Alférez, corresponsal de Telemundo en Ciudad Juárez, una cadena de TV cuya base está en Miami.
No sorprende que en Juárez prácticamente cada familia tenga una historia de horror. También la de Alférez: el hijo mayor de su hermana se encontró, a sus 22 años, en el lugar equivocado a la hora equivocada.
“Todavía no lo puedo creer. Él no se dedicaba a las drogas y está muerto”. “Ahora sólo tenemos miedo, pues esto le puede pasar a cualquiera”, agrega Patricia Alférez, la madre de Salvador.
Ciudad Juárez se ganó el título a la ciudad más peligrosa del mundo, según una encuesta publicada por el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública. Bagdad es la número 10.
Esta ciudad mexicana, de 1,3 millones de habitantes, vive bajo el manto del terror. Los militares cuidan los hospitales, porque los asesinos a sueldo siguen a sus víctimas hasta las salas de operaciones.
El Presidente de México, Felipe Calderón, se mostró optimista en su último informe ante la nación, puntualizando que durante la lucha que lleva contra los cárteles desde diciembre de 2006-y que le ha costado la vida a más de 11 mil personas- se han realizado 24 mil arrestos. “Esto ha fortalecido el gobierno del derecho”, dijo.
Pero muchos mexicanos miran otras cifras. Los asesinatos en Ciudad Juárez llegaron a 1.801 entre enero y septiembre, cuando en todo 2008 fueron 1.653. Septiembre fue el mes más violento de los últimos 20 años: 311 asesinatos.
Algunos han sido matanzas espectaculares, como la ocurridas en septiembre dos centro de rehabilitación para drogadictos en Juárez, en la que jóvenes internos fueron obligados a arrodillarse con la espalda contra la pared del pasillo y luego fueron ametrallados.
Los centros de rehabilitación son lugar de reclutamiento para las pandillas, también un lugar de reposo y la única posibilidad para muchos de dejar el mundo del narcotráfico y el consumo. Ahora esa puerta también se está cerrando.
En una visita en marzo pasado a Juárez, la urbe parecía, por la noche, una ciudad fantasma. Encontrar un lugar donde cenar se convirtió en una hazaña.
Todos los locales estaban cerrados, finalmente se pudo cenar en un restaurante en el que no había ningún otro cliente. El ambiente cambió el mes pasado con la llegada del Ejército. Los restaurantes ya no estaban cerrados, más gente salía a la calle.
Calderón destinó 48 mil soldados y 5 mil policías federales a su ofensiva nacional en contra del crimen organizado. Pero a pesar de haber enviado tan sólo a Ciudad Juárez a 9 mil soldados, las matanzas continúan, alimentándose de una serie de factores como la rivalidad entre cárteles, las guerras entre pandillas y una policía corrupta.
De fondo, una guerra entre el Cártel de los Carrillo Fuentes y el de Sinaloa por el mercado local y las rutas de trasiego de drogas hacia Estados Unidos.
Por eso, el periodista Martín Alférez se mudó a vivir a El Paso, Tejas, a metros de Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera. El Paso tiene en un año la cantidad de muertos que Juárez tiene en un día.
Pero residir en los Estados Unidos no es fácil, pues la vida es cara, y él continúa trabajando en México, con un sueldo mexicano. “No podía seguir pidiéndole a mi familia que arriesgara su vida. Yo cruzo la frontera todos los días, sigo reporteando el crimen en la ciudad y me tranquiliza saber que mi familia está segura”, dijo.
Ser periodista es una de las profesiones más peligrosas en México y quienes reportean el tema del narcotráfico muchas veces aparecen muertos con huellas de tortura.
También los jefes de la policía y personal de la alcaldía de Ciudad Juárez viven al otro lado de la frontera. En la actualidad, el 70 por ciento de los habitantes de El Paso son mexicanos, la mayoría provenientes de Ciudad Juárez.
“México se encuentra en la misma situación que la de Colombia a fines de los ’80, cuando los cárteles de la droga regían el país. Ahora lucha México por su sobrevivencia”, dijo John Riley, agente de la Agencia contra Narcóticos estadounidense DEA.
El alcalde de Ciudad Juárez, José Reyes Férriz, es tajante al hablar de la hipocresía estadounidense.
“En los Estados Unidos venden armas a cualquiera y la cantidad que quieran. Son los principales consumidores. Y nos piden a nosotros que contengamos esta guerra. Ellos deberían empezar por prohibir la venta de armas, controlar el consumo de drogas y no soltar criminales en nuestras puertas, sin siquiera avisarnos”, dijo.
En México, el gobierno lo tiene claro, al igual que la población. Una encuesta publicada en agosto en el diario Reforma encontró que un 50 por ciento de la población aprueba las acciones del gobierno de Calderón, comparadas con sólo el 41 por ciento del año pasado.
Pero en la misma encuesta, la gente que cree que los grupos criminales están ganando la guerra es mayor que aquellos que creen que el gobierno tiene las de ganar.
Acciones como la despenalización de la tenencia de cantidades pequeñas de droga son una ayuda a la hora de concentrar el esfuerzo contra la lucha de los peces gordos en México. Pues ahora México también se está convirtiendo en un consumidor de estupefacientes. Pero no es suficiente.
Estados Unidos sigue aumentando la vigilancia en la frontera. Construye paredes más altas, más largas. Pero nada evita que sigan llegando a su tierra toneladas de drogas cada día.
El pasado 5 de octubre, cinco personas fueron asesinadas en un bar en el centro de la ciudad. Fue cerca de las dos de la madrugada, cuando intempestivamente llegaron diez hombres armados con rifles de asalto.
Testigos en el lugar indicaron que los agresores tenían ubicadas a las víctimas, que estaban bebiendo en una mesa, “las pusieron en un rincón para dispararles con armas calibre .45 milímetros y AK-47” e inmediatamente huyerondel lugar.
Una semana después, con la misma violencia, un grupo de encapuchados asesinó a otros cinco hombres en un taller mecánico. A la misma hora, otro sujeto fue asesinado de varios disparos a pocos metros de la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).
Este jueves, el representante del Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), Raymundo Arroio, dijo que el organismo internacional aportará 2 millones de dólares como parte de los recursos y asesoría con los cuales será lanzado en fechas próximas “El Plan Juárez” que incluye programas para el desarrollo social y el abatimiento de la inseguridad.
Entretanto, el celular del periodista Martín Alférez vuelve a sonar.
Las más peligrosas
Entre las ciudades más peligrosas por el número de asesinatos por 100.000 habitantes, Ciudad Juárez es la principal de México y del mundo, con 130 por cien mil, según una estadística recopilada por el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, una ONG mexicana, con datos obtenidos de un informe del FBI y reportes de prensa. Estas son las “top 5”:
1. Ciudad Juárez, México. 130
2. Caracas, Venezuela. 96
3. Nueva Orleáns, Estados Unidos. 95
4. Tijuana, México. 73
5. Ciudad del Cabo, Sudáfrica. 62