22 de October, 2009

Medellín, Reforma Urbana con Poca Plata.

Por

MEDELLIN

Cuando pensamos en planes urbanos exitosos tendemos a mirar hacia el extranjero, asombrarnos y alabar las gestiones realizadas pensando en cómo nos gustaría que en Chile sucediera lo mismo, pero luego nos auto-justificamos diciendo que aquellos países tienen una realidad económica muy distinta a la nuestra. Sin embargo existen casos en que los bajos recursos no han sido impedimentos para mejorar la ciudad. Una buena campaña, coordinación y visión de futuro aseguran el éxito de un proyecto. Esto es justamente lo que realizó la administración de la ciudad de Medellín, una ciudad colombiana estigmatizada por el narcotráfico y violencia, que quiso cambiar esta situación y que la semana pasada ganó el premio Curry Stone Design Prize 2009.

Medellín es la segunda ciudad más poblada de Colombia, una ciudad en un angosto y largo valle rodeado de montañas. Esta situación geográfica ha causado una gran segregación social en la ciudad, ya que mientras la planicie, el punto más bajo y por donde corre el río, alberga al centro y los precios de suelo son más altos, hacia sus montañas se ha desarrollado una ciudad espontánea tipo favela, sin norma ni orden, que ha dificultado el control de la delincuencia y narcotráfico.

Parque Biblioteca León de Greiff

Colegio La Independencia

Ante esta situación cerca de 1999 la alcaldía de la ciudad decidió realizar un plan para cambiar en un futuro (a largo plazo!!!) los problemas sociales que se viven en la ciudad a través de un plan urbano. Para ello crearon un movimiento cuyos principios fueron comunicados y publicitados a la comunidad. Estos principios son declaraciones de intereses y conceptos que se buscaban materializar a través del plan.

Los principales objetivos del plan son disminuir la desigualdad y la violencia de la ciudad a través de intervenciones sociales y oportunidades para desarrollarse. Estas oportunidades se materializaron en infraestructura de transporte, centros de cultura y educación, y buena arquitectura.

Al ser la periferia pobre y de autoconstrucción, la infraestructura existente es mínima, por lo que en aspectos tan importantes como de transporte, estos sectores estaban totalmente desconectados. El plan toma este punto como uno de los más relevantes para la integración social y la calidad de vida de la ciudad. Como para hacer calles y avenidas se hubiesen tenido que demoler muchas casas y las pendientes complicaban más aún la situación, los colombianos integraron al sistema de transportes un anecdótico transporte un teleférico. Este nuevo artefacto urbano conecta el plano de la ciudad con los cerros, sin generar tráfico, contaminación ni problemas de expropiaciones, y ha funcionado tan bien que ya en Chile existen dos proyectos, en el Cerro 18 en Lo Barnechea y en Valparaíso hasta Curauma.

En cuanto a las oportunidades y cultura, el plan crear establecimientos de educación y entretención, entendiendo que como principal objetivo se tenía el reformar y apartar del círculo narcotraficante a los niños y jóvenes. Para ello se construyen Ludotecas o centros de entretenimiento infantil, en donde hay espacio para jugar y libros para leer, colegios, bibliotecas con espacios públicos asociados y Cedezos (Centros de capacitación).

Por último el plan que se desarrolló en Medellín contempla realizar todos estos proyectos en “buena y bonita arquitectura y urbanismo”, para así llevar lo más bello a los barrios más pobres de la ciudad, entregándoles a los menos beneficiados un producto de la mejor calidad, inspirándoles así a tener respeto y confianza en el sistema y sociedad, anteriormente desgastado y denigrado.