Carta – Estatua de Juan Pablo II
(La Tercera. 28/10/2009)
Señor director:
Respondo la carta de Sebastián Gray, en la que dice que me equivoco cuando afirmo que frente al arte, todas las opiniones valen. Quiero reiterar esta afirmación, reconociendo sí, que unas posturas pesan más que otras, pero ninguna, por muy autorizada que sea, puede o debe imponerse por sobre las demás como una verdad objetiva e indiscutible.
Concuerdo con Gray en que existen cánones estéticos que son enseñados en las distintas artes. Pero ellos evolucionan, no son inmutables. Y, lo más importante, tarde o temprano, toda obra de arte debe someterse al juicio del público, cuyo veredicto no siempre coincide con el criterio de los expertos. Por ejemplo, el lector debe conocer una larga lista de best sellers condenados por la crítica literaria, pero consagrados masivamente por el gusto popular.
En cuanto al derecho que tienen los recoletanos para pronunciarse acerca del emplazamiento de la estatua de Juan Pablo II , parece obvia su legitimidad y procedencia, pues la plaza, a pesar de su central ubicación, se encuentra en esa comuna.
¿Por qué la determinación acerca de si la escultura se queda o no en Recoleta debería ser adoptada por personas que no viven ahí?
Jacinto Gorosabel O.