Carta – Calidad del aire
(El Mercurio. 31/10/2009)
Señor Director:
Libertad y Desarrollo recientemente publicó un escrito en el que declara que el anteproyecto de norma para limitar la concentración ambiental de material particulado fino o PM2.5 es demasiado estricto (límite de 10 ug-m³ ) y más exigente que la mayoría de los países del globo con la excepción de Australia (8 ug-m³ ).
En línea con el argumento respaldado por Libertad y Desarrollo, el 17 de octubre se publicó un artículo en este medio en el que se establecía que el anteproyecto era desmedido para un país en desarrollo y cito textual: “Chile no está en condiciones de establecer metas medioambientales similares a las de países desarrollados”.
Con respecto a este punto, como parte del equipo que desarrolló el análisis de los impactos económicos y sociales de la norma, creemos que es necesario aclarar a la comunidad lo siguiente: la norma propuesta es estricta, es cierto, pero al 2032, lo que no se transparenta en las publicaciones citadas. Los límites van haciéndose más exigentes gradualmente en el tiempo, y consideran un nivel de 25 ug-m³ para los primeros diez años de vigencia (2012-2022). A su vez, es difícil compararla con otras normas internacionales vigentes actualmente (en EE.UU., México, Ecuador y Perú es 15 ug-m³ “hoy” y en California es 12 ug-m³ “hoy”), ya que probablemente deberían aumentar su exigencia en el tiempo.
Con la propuesta del Gobierno se abre la discusión de cómo visualizamos nuestro país en los próximos 30 años en materia de contaminación y de esta manera definir qué calidad del aire consideramos como aceptable hoy y mañana. Los que vivimos en zonas contaminadas, sabemos que el nivel de contaminación actual no es del todo “satisfactorio” y que se requiere tomar medidas al respecto.
Aceptando nuestra realidad económica, el exigir que se mejore en un 20% la calidad del aire de ciudades como Santiago parece razonable, y los estudios encargados por la autoridad lo confirman (DICTUC (2009) “Antecedentes para el Análisis General de Impacto Económico y Social del Anteproyecto de la Norma de Calidad Primaria para PM2.5 (AGIES)”). Por otra parte, apuntar a que en 20 años disfrutemos de los estándares internacionales, con los beneficios asociados como menos muertes, enfermedades y una mejor visibilidad del entorno, tampoco parece una meta descabellada. ¿O realmente creemos que no estamos a la altura del desafío?
CRISTÓBAL DE LA MAZA
MAYO RODRÍGUEZ
FRANCISCO DONOSO
FRANCISCO HERZ
JOSÉ MIGUEL FRIZ
JORGE GÓMEZ
ESTEBAN TOHÁ G.
Ingenieros UC