Los afiches de hoy no producen participación ciudadana

Por Rodrigo Alvarado / La Nación

afiches de hoyA poco más de un mes de las elecciones presidenciales, se intensificaron las campañas. Las calles se llenaron de afiches superpuestos unos encima de otros. Basura mediática para muchos ciudadanos, que desorbitados buscan algún sentido entre tanta foto y poco mensaje. Pero a no desesperar, porque en medio de tanto barullo, el 17 de noviembre en el Centro Cultural Palacio de La Moneda, la “Jornada del cartel político” pondrá las cosas en orden.

Auspiciada por Universidad de las Américas y organizada por el Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Los Angeles, Arslatino y el CNCA, la instancia trae a David Kunzle, connotado profesor de la Universidad de California (UCLA), para que analice las tendencias en los últimos 40 años del cartel político. Y para ello contará con la colaboración del muralista Alejandro “Mono” González, el diseñador Vicente Larrea, el especialista Mauricio Vico, el arquitecto Óscar Ríos y el experto en propaganda política, Eduardo Castillo, autor de “Puño y letra” (2006) y académico de la Escuela de Diseño de la UDP.

“En el caso de la gráfica política actual hay una gran disociación respecto a la tradición de décadas pasadas, pues ha tratado de desmarcarse de los grandes discursos y del legado visual de grabadores y muralistas ligados a la izquierda en los ’60”, adelanta Castillo, “por otro lado, mucho de lo que vemos en la calle es un pantallazo de otros medios como internet y la publicidad. Es un fenómeno que amerita una revisión más profunda”.

LA COPIA DE LA COPIA

La realización de esta “Jornada del cartel político”, incluye una selección gráfica de la colección del Center for the Study of Political Graphics de Los Angeles, entidad que con más de 50 mil carteles es considerada una de las colecciones más grandes de la II Posguerra Mundial en EEUU. El primer paso para traer el próximo año una muestra mayor de los afiches que transmitieron las grandes ideas del siglo XX a través de impresiones offset, litografía, serigrafía, linoleografía, plantilla o fotocopia.

“Hoy se privilegia internet. Los candidatos han utilizado el marketing viral y las plataformas como YouTube con un sesgo ‘selfmade’ pero que no lo es tanto. Eso ha restado peso en el espacio público, porque el gran sentido de la propaganda era construirla en base a la participación ciudadana, con militantes y vecinos”, explica Castillo, “el mayor legado de la izquierda es que la propaganda no es sólo lo visual, sino también la dinámica que se producía en la comunidad”.

-¿Se ha agringado la propaganda política en Chile?

-Lo vimos en la campaña pasada con los carteles en que Orrego emulaba Obama; que a la vez citaba el contraste de los afiches del “Che”, pero en multicolor, para comunicar tolerancia; y que ahora vemos en la estrella de Piñera. El análisis en torno a esos códigos no se ha dado en plenitud, pero a nivel local, la propaganda de Arrate es la única que responde a una tradición e ideología.