Carta – Motos en autopistas
(El Mercurio. 04/12/2009)
Señor Director:
Se ha producido un interesante debate sobre seguridad vial y el uso de motocicletas en las autopistas urbanas. Lamentablemente éste nace a partir de una catastrófica, negativa y excluyente carta firmada, a nombre de una importante casa de estudios, por el señor Louis De Grange. Él, por el hecho de ser un maestro, debería ser propositivo y velar primero por la educación, después por la prevención e inclusión en nuestro alicaído sistema de todos los ciudadanos y sus medios de transporte.
En su carta no se preocupa de los accidentes y sus lesiones, provocados por conductores sin licencia. Le molesta que con eso “colapsen” la ruta.
También expresa curiosamente su desagrado porque, “casi con certeza”, muchas motos no pagan.
No es sano juzgar a todos por igual, menos cuando lo hace alguien desde su cargo, pero a modo personal. Incluso si su terrible pero equivocada “estimación” del tema fuese cierta, lo que se debe hacer es analizar, planificar, capacitar, fiscalizar e integrar con bases y propuestas técnicas.
En las economías desarrolladas, especialmente en Europa y Japón, este excelente medio de transporte es usado mayoritariamente en todas las vías urbanas, y en muchos casos es preferido al automóvil.
Si miramos al primer mundo, en vez de discriminar, se ha hecho todo un avance en el tema. Cursos profesionales de manejo, campañas de educación de tránsito, permisos de conducir por cilindrada y experiencia del usuario, además del positivo uso de la licencia por puntos.
Al cobrar por igual, injustamente, por el uso de una motocicleta y de un 4×4, siendo que el desgaste, peso y espacio no son para nada comparables, se promueve la evasión.
Por último, debo dejar en claro que tengo licencia y Tag (algo atrasado). Sólo soy un usuario más, pretendo no caer, para no obstaculizar a nadie y no tengo intereses en el rubro motociclístico, como acusó injustamente el señor De Grange a todos quienes estaban en desacuerdo con él.
PATRICIO MÉNDEZ BONILLA