Carta – Hidroelectricidad
(La Tercera. 15/12/2009)
Señor director:
En su carta publicada el domingo, Marcelo Sánchez Alcázar se lamenta de la falta de preocupación para emitir juicios, la que, a su parecer, “tiene a muchos chilenos gritando ‘Patagonia sin represas’, cuando deberíamos estar gritando ‘Patagonia con represas'”.
Desconoce Sánchez que la hidroelectricidad tradicional no produce energía limpia. Las miles de hectáreas inundadas y las líneas de transmisión no sólo afectan el paisaje como él cree, también destruyen ecosistemas y producen deforestación, dejando áreas inhabilitadas para la captación de carbono mediante la fotosíntesis, liberando, además, en la atmósfera el carbono acumulado por siglos junto con metano -producto de la descomposición de la vegetación inundada-, un gas con efecto invernadero 25 veces superior al CO2.
Es por esto y por las muchas externalidades negativas que la hidroelectricidad tradicional produce en comunidades aledañas e industrias como el turismo, agricultura, hidroelectricidad a menor escala, etc., que en la mayoría de los países desarrollados es considerada obsoleta, siendo reemplazada por las energías renovables no convencionales. Esa es la razón por la que en Chile debemos oponernos a proyectos de este tipo.
Roberto Castro G.