Santiago y su Nuevo Aeropuerto

Hace unas semanas atrás se presentaron los nuevos proyectos para el futuro terminal aéreo  de Santiago. El proyecto es, según los estudios, de suma necesidad puesto que se prevé que el 2014 la cantidad de pasajeros llegará  a 15 millones, 6 millones más que hoy, y que en el 2030 será de 30 millones anuales. Sin duda un aeropuerto internacional es relevante a nivel país y su impacto es a escala de ciudad. Por lo mismo es necesario planificar su desarrollo, como se ha anunciado, asegurar su continuidad e incorporar en el proyecto a la ciudad que lo rodea.

Un proyecto a 20 años plazo exige una propuesta clara y programada, además de una coordinación y continuidad del equipo ejecutor y otras entidades gubernamentales. Pero por otro lado un sector que genera grandes flujos y que necesita tener una excelente conectividad con la ciudad, exige que esta “ciudad autónoma”, como se ha planteado, forme parte de un proyecto mayor en que además de conectar ambos puntos, detone nuevos sectores de desarrollo y refuerce a otros deteriorados.

Por el minuto se ha planteado como parte de la propuesta conectar el aeropuerto con la línea de METRO por medio de un tranvía. Además existe el proyecto de otro acceso vehicular por su lado norte, que se conectaría a las autopistas urbanas existentes y planificadas, como la que se proyecta hacia Lampa.

Los días que siguieron a la presentación del proyecto se discutió, a través de cartas y prensa, sobre si la conexión debiese ser con la misma línea de METRO o un tranvía. Razones validas hay para ambos proyectos, sin embargo más que discutir sobre el tipo de transporte que realizará la conexión, de suma necesidad para un aeropuerto, sería interesante proyectar esta línea como parte de un proyecto mayor que incorporé los terrenos aledaños, lo que haría más rentable una conexión tipo METRO.

Hoy existen proyectos como ENEA, que aunque no se ha desarrollado a la velocidad que se esperaba, podría ser parte de un gran plan de desarrollo del área y cooperar con las  inversiones planificadas. Además existen varios paños con intensiones de desarrollar proyectos habitacionales, además de sectores anteriores en donde ya las hay y podrían conectarse a la actual línea.

Otro punto importante para proyectos como este es asegurar su continuidad y desarrollo progresivo planificado para los años que se proyecta, y que no cambien los intereses por motivos e intenciones políticas. Que pasará, por ejemplo, si como se ve en las estadísticas, el Gobierno cambia de partido, se guardará en carpeta o se modificará según los planes de un Gobierno que dura sólo 4 años.

Este tipo de preguntas  son las que nos hace pensar en la necesidad de tener una autoridad en el área de la planificación territorial. ¿No debiésemos tener una entidad paralela, que funcione a largo plazo y no designada por el gobierno, que pueda planificar y coordinar un proyecto de ciudad, con todas las complejidades que eso requiere? ¿Por lo mismo no debiese existir un proyecto Santiago 2030 que incluyese el proyecto del Aeropuerto, en vez de muchos grandes proyectos fragmentados?

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