Carta – Costanera Center
(La Tercera. 21/12/2009)
Señor director:
La cada vez más vergonzosa y visible instrumentalización política del proyecto Costanera Center, según hemos visto desde las elecciones, pasando por el despliegue mediático a raíz de la reanudación de las faenas, no hace sino generar sospechas en la capacidad de ciertos empresarios de poder sacar adelante sus proyectos sin tener que utilizar mañosamente los sutiles y perniciosos lazos que unen al poder político con el económico.
Conductas de esa especie debieran motivar el mayor repudio empresarial, porque no hacen más que alimentar las desconfianzas en torno a la forma en que se consiguen las aprobaciones administrativas cuando se trata de proyectos de gran repercusión, a la vez que encubren odiosas diferencias de trato entre quienes estamos sometidos a una misma ley.
La sospechosa coincidencia de estas acciones con la realización de uno de los actos electorales más relevantes de los últimos años para nuestro país, marcado por la incertidumbre en la continuidad o cambio de la coalición gobernante, no hace sino aumentar lo vergonzoso de esas acciones, ya que apunta a un visible objetivo de querer sacar los máximos beneficios de esa coyuntura.
Difícilmente, los ciudadanos de Chile podremos creer que las condiciones en que se aprueben las medidas de mitigación del proyecto estrella de Horst Paulmann serán las más adecuadas a la realidad de los impactos que va a ocasionar, y no la resultante de astutas maniobras para sacar el máximo provecho de las circunstancias. Mal ejemplo el de esta empresa, y mal por nuestra clase empresarial.
Mauricio Viñuela Hojas