Tres museos de Santiago se remozan
Importantes cambios enfrentarán el Precolombino, la Casa Colorada y el Palacio Cousiño, gracias al BID y al Fondo de Desarrollo Regional. Por Maureen Lennon Zaninovic y Marilú Ortiz de Rozas
Iniciando el año del Bicentenario, Pablo Zalaquett, alcalde de la Municipalidad de Santiago, no podría estar más satisfecho: “Gracias a recursos del BID y del Fondo de Desarrollo Regional iniciaremos una cirugía profunda en tres museos importantes de nuestra comuna”.
Los beneficiados son el Precolombino ($360 millones), la Casa Colorada ($200 millones) y el Palacio Cousiño ($446 millones). “Esto es más que una manito de gato. Es una puesta en valor de un patrimonio que pertenece a todos los chilenos”, puntualiza el edil.
Las tejas de la Casa Colorada
En 2009 recibieron más de 70 mil visitas. Y es que, justamente por su atractivo histórico y ubicación privilegiada, la Casa Colorada ha pasado a ser un imperdible del circuito turístico y de los escolares santiaguinos. “Hemos experimentado un impactante crecimiento de público. En tres años triplicamos la cantidad de visitas”, comenta el director, Andrés Mosqueira.
Si todos los plazos se cumplen, en abril deberían dar el vamos a los trabajos de remodelación (desde ese mes y hasta septiembre podrían estar cerrados al público). Uno de los avances más importantes será la restauración de la techumbre, “porque la Casa Colorada tiene tejas que datan del siglo XVIII y requieren una intervención profunda. Presentan filtraciones serias y se han visto muy afectadas por la contaminación del centro”.
También se remodelarán los servicios higiénicos y la sala multiuso; adquirirán nuevo mobiliario e iluminación, y van a contar con accesos para minusválidos que permitirán el ingreso al subterráneo del inmueble.
En una segunda etapa, según explica Mosqueira, esperan formular una museografía nueva, más atractiva para las nuevas generaciones.
“Llevamos años trabajando en este proyecto, en conjunto con el Consejo de Monumentos Nacionales. Al fin se le devolverán la dignidad y el valor patrimonial a este espacio”, puntualiza.
Los Monvoisin del Palacio Cousiño
Isidora Goyenechea vivió en este palacio junto a sus seis hijos. Estamos ante un inmueble fascinante; todo un viaje hacia el esplendor del siglo XIX.
Sólo un dato para graficar: para su decoración se encargaron a Europa terciopelos, brocatos, porcelanas finísimas y cortinajes bordados a mano.
“Acá se respira patrimonio”, cuenta satisfecha María Eugenia Coello, directora del Palacio Cousiño, quien agrega que presentaron 18 proyectos de remodelación que deberían partir en el segundo semestre. “De llegarse a concretar estaríamos ante un importante avance en la revalorización del edificio. ¡Hace cuánto que soñábamos con esto!”.
Los trabajos incluyen, entre otros, la pintura exterior de todo el conjunto arquitectónico, la restauración de muros exteriores (por las calles Dieciocho y San Ignacio) y la restauración de parte del mobiliario que data del siglo XIX. Pero hay más. “Lo que nos tiene muy entusiasmados es que la antigua cava de vinos del palacio, que es realmente una joyita, se remodelará como sala de exposiciones y auditorio. Y con esto se nos abre un abanico de posibilidades tremendo, porque podríamos organizar seminarios y encuentros culturales. Y si recibimos dos mil visitas mensuales, esa cifra podría aumentar”, dice Coello.
En materia de artes plásticas, también se contempla la conservación de cuatro valiosos cuadros del artista francés Auguste Raymond Quinsac de Monvoisin (1790-1870), entre ellos su bello “Eloísa”.
María Paz Lira Eyzaguirre, restauradora externa del Palacio Cousiño, explica que es muy importante que estas pinturas “reciban una limpieza, eliminando las manchas, además de sus óxidos y barnices antiguos. Algunos marcos requieren integración de faltantes y sacarles también manchas o chorreados de líquidos. Como son cuadros de formato grande, el trabajo es de gran envergadura y puede durar más de un año”.
Museo Precolombino entra a pabellón
El 15 de enero comienza a efectuarse una completa cirugía reconstructiva en la fachada del Museo Chileno de Arte Precolombino, financiada con fondos desarrollo regional, en el marco del proyecto de la Municipalidad de Santiago.
“Este edificio, que fue inaugurado en 1802 y albergaba la Real Aduana Española, fue parcialmente destruido por el terremoto de 1906. La parte de arriba, que tenía una balaustrada y encima de ella pináculos, similares al Palacio de La Moneda, nunca fueron reincorporados, por temor a nuevos sismos. La idea ahora es volver a colocarlos, con lo que el edificio se verá mucho más imponente”, manifiesta Carlos Aldunate, su director.
Asimismo, el pasaje peatonal será restaurado, iluminado, cerrado con vidrios antirruido e incorporado al museo como galería donde se exhibirán muestras dirigidas a los
transeúntes, “para abrirnos hacia el público que está de paso”.
Un tercer cambio será la gran remodelación y ampliación que se efectuará en la Plaza Montt-Varas, que unirá los edificios patrimoniales de los Tribunales de Justicia, el ex Congreso, el Museo Precolombino y, al fondo, El Mercurio. Se construirán estacionamientos subterráneos que liberarán espacio para esta gran explanada que dará un interesante carácter a la céntrica manzana.
Y hay más. La renovación del Museo Precolombino incluye una rampa de acceso, baños y ascensores para minusválidos.