Especialistas denuncian desconocimiento en el cuidado de árboles ornamentales en Santiago
Los municipios explican sus estrategias para podar, fumigar o simplemente retirar los ejemplares que están viejos o enfermos. Por Fernanda Roco Inzulza
Expertos en botánica aseguran que los cuidados que las municipalidades tienen con sus árboles son poco adecuados, y que incluso existe un vago conocimiento respecto de cuáles son las mejores especies para plantar en la Región Metropolitana.
El tema cobró notoriedad porque sólo en lo que va de este año más de cuatro árboles se han caído en Santiago. En uno de esos accidentes, el ejemplar se precipitó sobre el motorista Claudio Aliste, quien quedó parapléjico debido a las heridas.
Y en el caso más reciente, en la madrugada del domingo, un ombú se partió en dos en una plaza de juegos infantiles de Vitacura y aplastó un auto.
Gloria Rojas, botánica del Museo Nacional de Historia Natural, asegura que los árboles no son podados como corresponde, pues los cercenan completos, sin dejarles ramas, o bien no se hacen estudios sobre cuáles son las especies idóneas para los diferentes sectores de la capital. “Antes que llegaran los españoles, en Santiago estaban el quillay, el peumo y la patagua. Esos son adecuados para nuestro clima y no se quiebran fácilmente”, dice Rojas. “Es muy importante hacer estudios a los árboles más gruesos, y ver qué tan delgada tienen sus cortezas”, añade.
Marcelo Rojas, botánico del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, cree que las especies que se plantan en Chile son bien elegidas, pero que el problema son los pocos fondos que destinan las municipalidades para este tema y la baja experticia de los técnicos que revisan las distintas especies ornamentales.
¿Qué hacen hoy los municipios para cuidar sus árboles? Las Condes, por ejemplo, realiza “podas programadas” cada dos años, o bien de “asistencia”, cuando un vecino alerta por un árbol viejo o enfermo. “Lo más común es realizar podas, pero si está podrido se tala, se saca y se planta uno de la especie que corresponde de acuerdo al lugar”, dice Claudio Bravo, jefe de Parques y Jardines. Además, también realizan la técnica “picus”, que consiste en realizar una tomografía sónica -una especie de escáner- para ver el estado del árbol (ver recuadro).
Manuel Alba, jefe del Departamento de Ornato de Providencia, asegura que cada año realizan tres fumigaciones completas, y que luego de las podas ponen látex en las puntas de las ramas para evitar que entren elementos patógenos y el árbol se infecte.
Tiziana Brandolini, jefa de Ornato, Parques y Jardines de Santiago, explicó que se hará un estudio a todos los árboles de más de 30 años: “Así tomaremos las acciones necesarias en el caso de que se necesiten podas o extracciones”.
50 años
tenía el ombú que cayó el domingo en Vitacura. Cerca de una decena más de la misma especie hay en la comuna.
Escáner para árboles de última generación opera en Chile desde hace un año y medio
“Picus” se llama el escáner de última generación empleado para analizar los árboles de Vitacura y Las Condes.
La empresa Sercotal trabaja con estos equipos y, según sus operadores, en cerca de media hora se obtiene un diagnóstico del estado de un árbol.
Primero, se decide la altura desde donde se realizará la “lectura”, y con una profundidad de 10 centímetros se entierran pequeñas puntas metálicas en el tronco. Cada punta va unida a un sensor mediante una cabeza magnética y un cable.
Todos ellos están conectados entre sí a una unidad central, que a su vez se comunica a un computador portátil. A continuación se dan ligeros golpes en las cabezas magnéticas, la unidad central procesa la información y según el sonido de cada punto, se obtiene un color diferente de acuerdo al estado de la madera. Luego, el experto evalúa los pasos a seguir con el árbol respectivo.