Nueva costanera de Villarrica exhibe serios daños tras sismo
$500 millones costaría reparar tramo afectado de 350 metros, según el MOP. Por Iván Fredes
VILLARRICA.- La nueva costanera de Villarrica se había convertido en el orgullo de la ciudad junto al lago homónimo. De 1.700 metros de extensión, la obra recién inaugurada en el verano era la principal atracción turística. Tras el gran sismo, un tramo de 350 metros quedó semidestruido.
El terremoto, allí de intensidad VII Mercalli, sacudió la nueva obra como una alfombra, fracturó el pavimento, socavó sus bases, hundió la tierra e inclinó zigzagueante su muro de contención.
Algo inexplicable para el alcalde de este balneario lacustre, Pablo Astete, quien dijo que pedirá una investigación para establecer las causas de la destrucción de esa costanera, que costó $4.900 millones y cuyas obras no eran recepcionadas todavía por el municipio local.
El sector más dañado, cerca de la rotonda de enlace a la ruta que une Villarrica con Pucón -frente a una tienda Sodimac-, obligó a suspender el tránsito por esa vía. “Acá hay evidentes problemas de construcción y de calidad del suelo. Eso está a la vista. Ahora, lo urgente es solucionar el problema”, enfatizó Astete.
Un informe preliminar realizado por la geóloga del Sernageomin, Carolina Jara, estableció que el suelo del área afectada era de mala calidad y que era proclive a la “subsidencia”; es decir, al hundimiento.
Pese a ello, el secretario ministerial de Obras Públicas, Alfredo Vallejos, minimizó los daños porque están focalizados en un tramo de extensión menor. “Los estudios sobre la calidad del suelo deberán establecer si hubo fallas. Esos estudios los hizo el MOP, pero la empresa también tenía la responsabilidad de validarlos con otros propios antes de iniciar la construcción. Lo que hasta ahora está claro es que hubo problemas de suelo en un tramo. El resto no tiene daños estructurales”, señala.
Vallejos dice que reparar el tramo destruido podría costar unos $500 millones.
No está definido si la reconstrucción se hará con cargo al Ministerio de Obras Públicas o a la empresa constructora Sicomac.
“Lo más impactante, aparte de lamentar la desgracia de tener tres víctimas fatales, fue comprobar cómo una obra nueva quedó en un estado calamitoso. ¿Qué falló? Eso es lo que hay que investigar”, dice el alcalde Astete.