Mediaguas rechazadas en Arauco encienden polémica sobre viviendas de emergencia
Director de Un Techo para Chile, Juan Pedro Pinochet, dice que son necesarias para proteger del invierno a los damnificados. La idea de esa organización es instalar al menos 20 mil de estas casas básicas en los sitios afectados por el terremoto. Por Pablo Obregón Castro
Ese 10 de marzo debe haber quedado grabado para la cuadrilla de jóvenes voluntarios de Un Techo para Chile que, cargados de herramientas y de materiales, arribaron temprano a la Caleta Llico para instalar 66 mediaguas.
Lejos de ser bienvenidos, el alcalde de Arauco, Mauricio Alarcón (UDI), había retirado la autorización para que esas viviendas de emergencia se instalaran en la zona.
El temor del edil era que, superada la emergencia, esas 66 casetas de 18 m {+2} terminaran convertidas en una solución definitiva para los pescadores, tal como había ocurrido en anteriores ocasiones en otras localidades del país. Además, el alcalde reclamaba por lo inapropiado que resultaba instalar viviendas sin forro en una de las zonas más frías y lluviosas del país.
El director ejecutivo de un Techo para Chile, Juan Pedro Pinochet, desestima las críticas y aclara que, hasta antes del sismo, la institución estaba abocada exclusivamente a la implementación de viviendas sólidas.
Sin embargo, la catástrofe cambió las prioridades e impuso la necesidad de volver a construir mediaguas que, aunque no constituyen soluciones definitivas, tienen la ventaja de poder construirse antes de que comience el invierno, son económicas y masivas.
EL TEMOR del edil de Arauco era que esas 66 mediaguas terminaran convertidas en una solución definitiva.
Juan Pedro Pinochet, de un Techo para Chile: “Hoy existen menos de 20 mil familias en campamentos”
-¿No es un despropósito llevar mediaguas sin forro a uno de los sitios más lluviosos de Chile?
“No. Un Techo para Chile ha hecho la misma mediagua desde el ’97 y no es un despropósito. El único afán nuestro es que se entienda que las mediaguas son de emergencia y que estamos contra el tiempo”.
-Dadas las condiciones de la zona, ¿es posible que esas mediaguas no aguanten un aguacero?
“Perdón, no se pasan. No le voy a decir que son a prueba de agua, porque son mediaguas, lo más básico, pero históricamente es la misma mediagua”.
-La intendenta, algunos alcaldes y otros actores sociales están vaticinando que la Octava Región se va a convertir en una gran población callampa…
“No es inédito, siempre se nos ha combatido. Primero, se nos decía que nosotros íbamos a afianzar los campamentos y eso no tiene nada que ver con la realidad. El año 2000 había 135 mil familias en campamentos y hoy tenemos menos de 20 mil. Nosotros construimos como primera parte mediaguas, para concluir con viviendas definitivas. Antes del terremoto estábamos haciendo exclusivamente viviendas definitivas”.
-¿Todos esos proyectos definitivos siguen en marcha?
“Siguen en marcha, todo lo que hemos hecho para la emergencia lo hemos hecho con un equipo nuevo. Lo que sí vamos a hacer es apretarnos mucho el cinturón en cuanto a la vivienda definitiva, bajar costos”.
-¿No cree que en las zonas de mayor valor arquitectónico deberían aplicarse soluciones menos invasivas que las viviendas de emergencia y las sociales?
“Felices de velar por el patrimonio, pero nosotros no vamos a cesar en nuestro afán de ponerles un techo digno a las personas. Que no nos vean como una amenaza; lo único que queremos es que termine la emergencia y empiece la reconstrucción”.
-¿A qué atribuye que la intendenta haya tenido palabras duras para ustedes?
“Personalmente, lo encuentro lamentable. Más del 80% de las mediaguas se van a instalar en terrenos particulares de las personas afectadas. Menos del 20% van a ser agrupaciones de mediaguas, que es el miedo de la intendenta”.
-¿La forma como se distribuyó la plata de la Teletón pudo ser distinta? $15 mil millones para la Teletón, $15 mil millones para Un Techo y los comestibles para el resto…
“Nosotros fuimos citados por el Gobierno, estaban la ministra Pilar Armanet, María Angélica Álvarez, Benito Baranda, Leonardo Moreno (de la Fundación para la Superación de la Pobreza), Ximena Casarejos; estaba el padre Berríos y yo. Ahí, todos estuvieron de acuerdo. Esa mecánica se dio ahí y punto”.
-¿Dónde está la plata recaudada en la Teletón?
“Va a llegar a una cuenta especial para eso. Segundo, vamos a publicar en una página web qué estamos haciendo con la plata y, tercero, Deloitte nos va auditar el uso de esos recursos”.
“Felices de velar por el patrimonio, pero nosotros no vamos a cesar en nuestro afán de ponerles un techo digno a las personas”.
Ex ministra Poblete: mayoría de damnificados en terremoto de Tocopilla ya tiene vivienda definitiva
La polémica desatada entre Un Techo para Chile y el alcalde de Arauco, que desautorizó la instalación de 66 mediaguas de Caleta Llico, puso sobre el tapete un debate de vieja data: la forma como el Estado y las organizaciones de la sociedad civil enfrentan el tema de la vivienda en tiempos de emergencia y el peligro de que las soluciones transitorias se transformen en permanentes.
El recuerdo más fresco data de 2007, cuando un terremoto de siete grados Richter destruyó el 80% de los siete mil inmuebles de la ciudad de Tocopilla. Aunque entonces el Ministerio de Vivienda y Urbanismo asumió la tarea de construcción y reconstrucción total, aún hay 574 familias viviendo en los campamentos de emergencia que se construyeron en ese puerto salitrero.
Ese es precisamente el temor planteado por la intendenta del Biobío, Jacqueline van Rysselberghe, quien prevé que la instalación masiva de mediaguas en sitios públicos pudieran derivar en enclaves permanentes
Con todo, la ex ministra de Vivienda del gobierno de Bachelet, Patricia Poblete, destaca que la mayoría de los damnificados en la catástrofe que afectó a Tocopilla ya cuenta con su nueva vivienda: “Más de seis mil familias están viviendo en sus nuevas casas, reparadas o a punto de trasladarse a ellas, entre las cuales hay 750 que formaban parte de los allegados históricos de la ciudad”.
Además, la ex secretaria de Estado advierte que cuando recién habían pasado seis meses desde ese desastre la autoridad ya había entregado las primeras viviendas reparadas y, a un año, las primeras reconstruidas.
“Todas estas viviendas subsidiadas por el Estado fueron elegidas por las familias, con diferentes tipologías que se levantaron como casas piloto en una experiencia inédita a sólo 45 días del terremoto. Son viviendas industrializadas, de entre 55 y 60 metros cuadrados, la mayoría con tres dormitorios”.
Aclara, además, que entre las familias que están en casas de emergencia en dicha zona existen más de 180 que no estuvieron en el catastro original de damnificados por el terremoto y también fueron incorporadas para entregarles una solución habitacional, en calidad de allegados post terremoto.