Fracasó primer intento en Chile por adecuar la expansión de una ciudad costera al riesgo de un maremoto: Plan regulador de Arica no incluyó las zonas inundables
(El Mercurio, 10/05/2010)
por Mauricio Silva
En franja de 600 hectáreas, ubicada frente a las playas Las Dunas y Las Machas, se continúan construyendo edificios.
ARICA.- La franja costera norte hacia donde la ciudad tiende a crecer quedó fuera del nuevo plan regulador, vigente desde 2009, tras fracasar la propuesta de imponer en el sector de las playas Las Machas y Chinchorro normas de mitigación ante maremotos.
Por primera vez en Chile se intentaba adecuar la expansión de una ciudad costera al riesgo de un maremoto, pero consideraciones legales y descoordinación de las autoridades dejaron fuera este importante tema.
Según estima la Oficina Regional de Emergencia, son 30 mil las personas que viven en esta zona susceptible de ser alcanzada por el mar, según la carta de inundación elaborada por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA).
Derecho de propiedad
Tras dos objeciones de la Contraloría, planteadas en dictámenes de julio y octubre de 2008, las autoridades de Vivienda de Arica resolvieron retirar del nuevo plan regulador la franja costera de 600 hectáreas, que incluye las playas Las Machas y Chinchorro, hasta la desembocadura del río Lluta.
Para el ex seremi de Vivienda Ricardo Chameng, a cargo de impulsar la medida, la carta de inundación del SHOA “resultó ser un instrumento que Contraloría consideró insuficiente para limitar el derecho de propiedad”. Ello, porque el frustrado plano regulador contemplaba una serie de restricciones en la franja costera norte para mitigar los efectos de un maremoto. Por ejemplo, las nuevas construcciones no podían destinar los primeros pisos a vivienda. Además, la baja densidad poblacional exigida, la cuarta parte de lo normal, no permitía construir edificios en altura. También estaba prohibido levantar discotecas o locales que concentraran público en recintos cerrados.
Los respectivos dictámenes enfatizaban que para Contraloría era contrario a la ley que tales restricciones se aplicaran sólo en la franja costera norte, y no en la franja costera central y sur, que, según la carta del SHOA, aparecen igualmente expuestas a ser inundadas por el mar. Pero a diferencia de la primera, éstas son zonas “consolidadas”, donde ya existen edificios en altura y poblaciones, como la Pedro Lagos y Tierras Blancas.
Incluso, el centro de Arica hasta calle Prat aparece dentro del límite inundable según la carta del SHOA.
En Contraloría señalan que fue esta discordancia la causa de su objeción, sin alcanzar a pronunciarse sobre la validez de la carta de inundación. Pero el geógrafo físico asesor del Ministerio de Vivienda sobre riesgos en ciudades costeras, Marcelo Lagos, coincide en que el SHOA no tiene facultades legales en la materia y que elaboró las cartas por petición de la Pacific Warning Tsunami Center.
“Si bien las cartas son instrumentos muy útiles, hoy contamos con información y tecnología para hacer mapas de riesgo más completos”, aseveró Lagos.
En igual sentido, el encargado nacional del programa Tsunami de Directemar, Dante Gutiérrez, dijo que si bien el comportamiento del maremoto del 27 de febrero validó el modelo matemático, que dio forma a las cartas del SHOA, éstas no son en rigor mapas de vulnerabilidad.
Expansión
Mientras se discutía el nuevo plan regulador, Arica seguía creciendo hacia el área de riesgo. En los últimos 5 años se construyeron departamentos a 300 metros de la línea costera. “Pareciera que predicamos en el desierto”, dijo Dante Gutiérrez, de Directemar, respecto de las cartas de inundación.