Franquicia tributaria a paneles solares térmicos
La próxima entrada en vigencia de la ley que otorga franquicia tributaria a la implementación de paneles solares térmicos en viviendas nuevas, podría facilitar el acceso masivo a fuentes renovables de energía. La iniciativa apunta a impulsar el desarrollo de la energía solar, al subvencionar la instalación de paneles solares para el calentamiento de agua sanitaria. Los montos subvencionados varían de acuerdo al valor de la vivienda y podrían alcanzar un ahorro promedio anual de casi el 75 por ciento.
La ley 20.365, que sólo espera su reglamento para entrar en vigencia, es un mecanismo mediante el cual el gobierno pretende impulsar la implementación de esta tecnología en el país. De acuerdo con el sistema, los porcentajes subvencionados van desde el 20 por ciento para las viviendas más caras (entre 3.500 y 4.500 UF) hasta el 100 por ciento en las viviendas de menos de 2 mil UF.
La propuesta beneficia a las empresas constructoras permitiéndoles descontar el costo del sistema solar térmico instalado hasta por un máximo de 32 UF (680 mil pesos aprox.), asignado a viviendas de hasta 2.000 UF. En este sentido, las constructoras podrán deducir de sus impuestos el total o parte del valor incurrido en los sistemas solares y su instalación en inmuebles destinados a vivienda.
El beneficio establecido comenzará a regir después de noventa días desde la fecha de publicación del reglamento, y sólo para las viviendas cuyos permisos de construcción, o sus modificaciones, se hayan otorgado a partir del 1 de enero de 2008 y que hayan obtenido su recepción municipal final a partir de la publicación del reglamento y antes del 31 de diciembre de 2013.
En términos energéticos, el sistema debe ser capaz de aportar al menos el 30 por ciento de la demanda promedio anual estimada para la respectiva vivienda, donde el punto de referencia lo dictaminará el reglamento al especificar el porcentaje mínimo de ahorro según la radiación solar del área geográfica.
Se proyecta que en los períodos de verano los paneles otorgarán una autonomía de casi el 100 por ciento, lo que disminuiría en momentos de menor luminosidad como el invierno. En la mayoría de los casos, el ahorro en relación a las fuentes tradicionales de energía llegaría a un 60 por ciento anual, convirtiéndose en un fuerte atractivo frente a los recursos no renovables que se utilizan en la actualidad.
El funcionamiento de los paneles solares
Los paneles son módulos que aprovechan la energía solar para producir agua caliente, generalmente de tipo doméstico. Estos cuentan con una placa receptora consistente en un sistema de colector solar plisado que absorbe la energía de la radiación solar, convirtiéndola en calor y transfiriéndolo a través de un líquido calorconductor. El líquido una vez caliente, ingresa y se almacena en un termo acumulador para poder ser distribuido en el hogar. Si el agua sobrepasa los 40°C de temperatura, logra un transporte directo, de manera contraria, entra en juego el calefón para apoyar la tarea.
Las virtudes y desventajas del sistema
Si bien la franquicia tiene un elevado costo para el estado, el sistema es un aporte dirigido a potenciar la energía limpia, a la vez que significará un ahorro sustancial y permitirá dotar de acceso a agua caliente a muchos hogares que en la actualidad no cuentan con este sistema. En estos términos, los altos costos asociados tanto a los paneles y su implementación como también las grandes extensiones de placa receptora a instalar para poder obtener cantidades aceptables para uso doméstico, se ven matizados en términos de los beneficios directos que tendrá el sistema en los consumidores. Asimismo, es una medida de largo plazo que busca una solución coherente ante las dificultades de importación de gas y el incremento en los valores que presentaría el mismo en el futuro. En esta medida, los altos costos asociados a la implementación son financiados por el aparato estatal, convirtiéndose en una alternativa económica para los miles de hogares que serán beneficiados.
El sistema cuenta también con ventajas comparativas al poder complementarse con otras alternativas renovables, como bombas de calor o las placas termodinámicas que se adosan a la parte posterior del refrigerador para extraer calor y derivar esa energía al calentamiento de agua sanitaria. Esto genera sistemas integrados sustentables que pueden llegar a autonomizar el consumo en casi un 100 por ciento.
A pesar de las virtudes de la franquicia, existen reparos en cuanto a la durabilidad de los paneles solares. El hecho de que los costos de mantención periódica dependan en su totalidad de los beneficiarios hace peligrar la estrategia. Los hogares de bajos ingresos que accedan al sistema, pueden llegar a verse limitados económicamente en función de sostener el debido funcionamiento de los paneles, lo que generaría su desuso y finalmente, la perdida de la inversión.
Igualmente, quedan ciertas dudas sobre el traspaso del beneficio al consumidor. Las empresas constructoras pueden llegar a elevar el valor de las viviendas, ya que la instalación de los paneles conlleva un fuerte atractivo, generando que la subvención sea más una ficción que una realidad. En esta medida, los únicos que sacarían utilidades de la estrategia serían las empresas constructoras, pues por un lado aumentarían la calidad de sus viviendas a la vez que traspasarían esos costos al consumidor. Entonces, en lugar de que el subsidio suponga una transferencia del fisco al usuario de la vivienda, las utilidades podrían ser capturadas por el agente inmobiliario.
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