Campaña Mundial para la Reducción de Desastres 2010-2011
“Desarrollando ciudades Resilientes: Mi ciudad se está preparando”, es el nombre de esta campaña mundial impulsada por las Naciones Unidas.
Esta campaña nace en el contexto de que hoy más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y que por lo tanto las urbes son de vital importancia para la sociedad.
Por esta razón la campaña pretende crear conciencia y un compromiso por parte de las autoridades para hacer que las ciudades sean menos vulnerables ante desastres naturales.
“La Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas (UNISDR) trabaja con sus socios en pro del aumento de la conciencia y el compromiso con respecto a las prácticas de desarrollo sostenible susceptibles de reducir el riesgo de desastres y mejorar el bienestar y la seguridad de los ciudadanos: invertir hoy para un mañana más seguro”.
La campaña fue oficialmente lanzada en Mayo de este año, como una reacción a los terremotos de Haití y Chile ,y también en respuesta de otros desastres naturales como la erupción del volcán en Islandia que obligó a varios países europeos a cerrar sus aeropuertos.
¿Cuáles son los factores que hacen que una ciudad sea más vulnerable ante los desastres naturales?
Según la NU hay varios temas a considerar entre los que están:
El aumento de las poblaciones urbanas y la densidad creciente, una gobernanza urbana débil, desarrollo urbano no planificado, la falta de suelo para los ciudadanos de bajos ingresos, la concentración de activos económicos, construcción inapropiada y el declive de los ecosistemas.
La idea es que en los dos años que durará la campaña más de 1.000 líderes de gobiernos, se comprometan a cumplir una lista que de 10 puntos bases que al ser cumplidos, lograrían hacer que las ciudades se vuelvan más resilientes.
1. Establecer una organización y coordinación adecuadas para comprender y reducir el riesgo de desastres, sobre la base de la participación de los grupos de ciudadanos y de la sociedad civil. Forjar alianzas locales. Asegurarse de que todos los departamentos sepan cuál es su función en la reducción y la preparación del riesgo de desastres.
2. Asignar un presupuesto destinado a la reducción del riesgo de desastres y ofrecer incentivos a los propietarios de viviendas, familias de bajos ingresos, comunidades, negocios y sector público, para que inviertan en la reducción de los riesgos a los que se enfrentan.
3. Mantener datos actualizados sobre las amenazas y las vulnerabilidades, elaborar evaluaciones de riesgos y utilizarlas como base para los planes y las decisiones sobre desarrollo urbano. Asegurarse de que esta información y los planes concernientes a la resiliencia de la ciudad se discuten con el público y están a su disposición.
4. Invertir y mantener unas infraestructuras críticas para la reducción del riesgo, como por ejemplo, un sistema de drenaje para casos de inundación, adaptado en la medida de lo posible para hacer frente al cambio climático
5. Evaluar la seguridad de todas las escuelas e instalaciones de salud y mejorarlas según convenga.
6. Aplicar y ejecutar reglamentos de construcción y principios de planificación territorial realistas y acordes con los riesgos. Identificar terrenos seguros para los ciudadanos de ingresos bajos y mejorar los asentamientos informales en la medida de lo posible.
7. Asegurarse de que en las escuelas y en las comunidades locales existen programas educativos y de aprendizaje en materia de reducción del riesgo de desastres.
8. Proteger los ecosistemas y las barreras naturales para mitigar las inundaciones, las mareas ciclónicas y otras amenazas a las que pueda ser vulnerable la ciudad. Adaptarse al cambio climático a través de la adopción de buenas prácticas de reducción de riesgos.
9. Instalar sistemas de alerta temprana y gestión de emergencias en la ciudad y realice simulacros de preparación públicos periódicamente.
10. Tras un desastre, asegurarse de que las necesidades de los supervivientes constituyen el eje de la reconstrucción y brindarles apoyo tanto a ellos como a las organizaciones de la comunidad en el diseño y la aplicación de respuestas, incluida la reconstrucción de viviendas y la recuperación de medios de vida.
Pero la idea de las Naciones Unidas es que, no sólo las autoridades se sumen, sino que también grupos comunitarios, organizaciones no gubernamentales y planificadores, entre otros. Es decir todas aquellas organizaciones y personas que hacen ciudad alrededor del mundo.
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