10 de July, 2010

Rechazo al PRMS: nuevas opiniones

Por Equipo Plataforma Urbana

La discusión sobre el rechazo a las modificaciones al PRMS continúa. Opiniones a favor y en contra se encuentran en un debate que parece más que necesario.

Hoy hemos querido destacar una columna de Iván Poduje, Arquitecto Magíster en Desarrollo Urbano UC y ex asesor en la formulación del PRMS, publicada en el diario La Tercera el martes 6 de julio y una carta publicada en el mismo diario, el jueves 8 de julio, por Luis Eduardo Bresciani Lecannelier, Ex jefe División de Desarrollo Urbano Minvu.

La ciudad compacta

El martes pasado, el Concejo Regional (Core) rechazó la actualización del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS). Se trataba de ampliar el límite urbano en 9.545 hectáreas, destinando un cuarto para áreas verdes y un 8% para viviendas sociales. Muchos cantaron victoria, porque se evitaría un colapso ambiental: se preservarán sus suelos agrícolas, se frenará la voraz especulación inmobiliaria y, por fin, se construirá una ciudad ideal y compacta. Pero la realidad es muy distinta y, lamentablemente, nada de ello ocurrirá.

Para comenzar, la capital no congelará su desarrollo, sólo lo distribuirá de otra forma. Como el crecimiento de la población no se puede detener por decreto, Santiago deberá acomodar igual a 1,2 millón de habitantes de aquí al 2030. Si bien hay 21 mil hectáreas disponibles para hacerlo, dos tercios están en comunas alejadas, como Buin, Colina o Tiltil. Así, el primer efecto de congelar el límite urbano será el contrario al que se busca: Santiago será más extenso, al forzar migraciones desde comunas cercanas sin suelo tales como Maipú o Quilicura, hacia ciudades dormitorios ubicadas a 30 kilómetros, sin servicios ni transporte público. No parece muy sustentable, por cierto.

Otra opción es volcar una parte importante del crecimiento hacia el interior, lo que implicaría levantar unas 1.200 torres de departamentos tipo “Santiago Centro”, demoliendo barrios y edificios patrimoniales y generando focos de congestión y conflictos vecinales de proporciones. ¿Será ésta la ciudad compacta que se busca como alternativa?

El beneficio ambiental también es una fantasía. En la ampliación que rechazó el Core los urbanizadores debían destinar un 27% del suelo para áreas verdes contra el 7% que exige la ordenanza actual. Esto hubiese permitido duplicar la cantidad de áreas verdes de Santiago, levantando casi tres mil hectáreas de parques y zonas forestadas en comunas con altos déficits en la materia.

La especulación inmobiliaria tampoco desaparecerá, porque es intrínseca a los planes reguladores que por ley definen normas que redistribuyen enorme riqueza. La única forma de reducir la especulación es traspasar a los urbanizadores los costos sociales que generan sus proyectos, exigiendo inversiones que compensen el “premio” en plusvalía. Este objetivo se lograba con la propuesta del PRMS que, además de elevar considerablemente el estándar de áreas verdes, solicitaba un 8% del suelo para vivienda social y obligaba a mitigar los impactos viales y ambientales de cualquier proyecto nuevo.

Las posturas sobre la expansión de Santiago posiblemente sean irreconciliables. Esto no debe sorprendernos ni alarmarnos. Se trata de un debate necesario que debiera incentivarse en futuras modificaciones. Lo preocupante es que la decisión final haya sido tomada a puertas cerradas por consejeros regionales que no fueron elegidos democráticamente y que, por ello, suelen no dar cuenta pública de sus decisiones.

Ahora el gobierno deberá revaluar el PRMS, resolviendo las dudas que existen respecto de la mantención de los parques o a la exigibilidad de las condiciones. De paso, debiera reformular la institucionalidad del Core promoviendo la elección popular de sus integrantes y un sistema que permita auditar su funcionamiento. En el intertanto, es indispensable que los consejeros hagan públicos los criterios técnicos que usaron para rechazar este plan, porque es difícil de imaginar que en una decisión tan relevante sólo hayan primado intereses político-partidistas, como se desprende de la votación en bloque que observamos. Quedamos a la espera.

Iván Poduje, arquitecto, magíster en Desarrollo Urbano UC y ex asesor en la formulación del PRMS

Planificación del crecimiento urbano

Señor director:

Quiero respaldar la reciente columna de Iván Poduje sobre los efectos del rechazo del Consejo Regional Metropolitano a la planificación de nuevas zonas de crecimiento urbano de Santiago.

Es evidente que los consejeros que votaron en contra fueron mal informados, pues no sólo postergaron una medida imprescindible para el sano desarrollo de Santiago, sino que, además, cuestionaron una política de los gobiernos de la Concertación que construimos en conjunto.

Hay que reiterar que la normativa rechazada no hace crecer la ciudad de Santiago o aumenta la contaminación, como algunos sostienen, sino que su función es ordenar sustentablemente la disponibilidad de stock de suelo urbano a 20 años plazo, estándar de tiempo establecido a nivel mundial. Por eso, dejar de planificar zonas que ya superan los 16 años sin actualizaciones, donde sólo hay suelo planificado para dos o tres años, sólo generará impactos negativos para muchas zonas urbanas y rurales.

No obstante, el actual gobierno ha optado responsablemente en insistir en la propuesta del gobierno de la Concertación, lo que abre en paralelo la oportunidad para retomar en el Congreso las reformas que faciliten y fortalezcan los mecanismos para una planificación urbana más ágil, participativa, integrada, condicionada y descentralizada. Sería un aporte a las ciudades del Bicentenario.

Luis Eduardo Bresciani Lecannelier
Ex jefe División de Desarrollo Urbano Minvu

Comentarios de Disqus

María Paz E.

A pesar de no estar de acuerdo con los argumentos que apuntan hacia los beneficios de la ampliación del límite, como la incorporación de vivienda social en terrenos periféricos de la ciudad para compensar con el valor del suelo el costo de la vivienda, o la incorporación de un 27% de áreas verdes para equiparar los estándares mínimos cuando en realidad va a seguir existiendo un alto déficit en comunas que están hacia el interior de la ciudad; creo que Poduje da en el clavo cuando asegura que “Lo preocupante es que la decisión final haya sido tomada a puertas cerradas por consejeros regionales que no fueron elegidos democráticamente y que, por ello, suelen no dar cuenta pública de sus decisiones.”

Creo que, independiente de la postura que se tome en relación al debate de la ampliación del límite o no, es importante cómo está funcionando la instituacionalidad que se está haciendo cargo de las decisiones en la ciudad… una institucionalidad “fantasma”..
Federico Urqueta

Una gran diferencia con otros paises, es que si se amplia el limite urbano de la ciudad, tambien se norma el anchos de las calles, y por sobre todo en el centro de las ciudades las calles se ensachan para recibir a la nueva gente con sus vehiculos, Santiago esta en un circulo vicioso, en seguir ampliando la ciudad en pos de las necesidades de la nueva, gente si simplemente se norma la instalacion de mas barrios y de nuevas empresas, estan naturalmente no emigraran de regiones a Santiago,
Oscar Contreras

vivo en Puente Alto, próximo al metro Elisa Correa, viajo todos lodos días en este para llegar al centro de Santiago donde se encuentra mi universidad, mi padre hiso este viaje durante años, no sé si han vivido esta experiencia, un metro colapsado, cuerpos pegados a otros cuerpos, sudor a eso de las 7am, sentir olores de otras personas, a eso le sumamos 1 hora de pies antes de llegar a destino, 2 transbordos, constantes peleas en cada estación para acceder a un reducido espacio antes de subir al metro, empujones, apretones, después de esta vivencia , todo un día por delante. Me pregunto si es una buena forma de empezar el día.
Analicemos el área que existe entre el centro de Santiago y el añillo de Américo Vespucio, ver su real grado de utilización del uso del suelo, replanteándonos las densidades existentes y si estas son las adecuadas para la realidad de nuestra ciudad antes de comenzar a pensar en expandirnos.
Creo que la reflexión que hace Matías Garretón en un artículo anterior es clave, para entender el problema de Santiago, esto no se trata de ubicar gente como si fuésemos animales, lo digo así puesto que es de esta forma como nos desplazamos desde la periferia hacia el centro de nuestra ciudad, todo los días.
up-carl

“… replanteándonos las densidades existentes y si estas son las adecuadas para la realidad de nuestra ciudad antes de comenzar a pensar en expandirnos….”
Muy cierto Oscar!, Las densidades en la actual ciudad deben ser reevaluadas para evitar tu ejemplo señalado. No es sano, como describes, comenzar un dia agobiado.
Destaco esta web como manejo y manera de trabajo en conjunto con los habitantes y PARA LOS HABITANTES: http://www.dro.amsterdam.nl/algemene_onderdelen/english?popup=true
Saludos
guillermo mayorga

Vivo en Conchalí, para los que no saben, comuna ubicada en el interior del extremo norte de la circunvalación Américo Vespucio. Paso exactamente por las mismas cosas que pasa Oscar Contreras, a pesar de vivir a la mitad de la distancia del centro de Santiago, ( 9km contra casi 20km).

Si bien apoyo el carta de Poduje, antes de plantear una expansión urbana, seria primordial re-planificar el interior de una ciudad, pensar en su grano, su morfología, su escala y sus usos pueden ser renovados para reintegrar comunas, barrios y habitantes.

La expansión es necesaria, pero dudo que esa expansión haya sido el mejor tipo de generar ciudad desde la supresión del PRMS en 1979 y su reincorporación años después, en el sentido de los nuevos barrios que se generan y como ese 8% de viviendas sociales que deben incorporar, realmente son parte de esos nuevos conjuntos, o también si el 27% de áreas verdes, son parte de un sistema de áreas verdes de mayor escala y público.

No solo hace falta una institución mas transparente. Seguir pensando una ciudad en 2D, estadísticas y normativas, es insuficiente, para lograr consolidar una imagen, de que es lo que reconozco de Santiago cuando salgo a la calle y de lo que deben preservar de una ciudad, los que la transforman por fuera y por dentro.
exiliado en suecia

¡¡ellos dos son los principales responsables de la extensión de santiago!! es obvio que ahora intenten desesperadamente defender incorrecta asesoria.
- Ivan Poduje
  
  Incluso si fuese cierto lo que dices, nosotros firmamos con nuestros nombres y hacemos explicita la participación que tuvimos.
  
  Sería bueno que hicieras lo mismo si tienes argumentos serios para plantear tus puntos y enriquecer el debate. ¿Puedes hacerlo?
Rodrigo Vidal I

Mi apreciación con respecto a la propuesta de modificación PRMS-100
1.- En rigor si bien la propuesta presento una Declaración de Impacto Ambiental, el MINVU nunca se hizo cargo de realizar en el marco de ella una avaluación seria de los potenciales impactos en las componentes de AIRE, SUELO y AGUA, que esta podría generar, sólo a modo de ejemplo, se invirtió en aplicar modelos de transporte para definir los vialidad estructural, sin embargo para aplicar modelos que permitieran modelar los impactos en la contaminación atmosférica que generaría esta ampliación del anillo urbano no existió voluntad.
2.- Es valido preguntarse porque se privilegio la ampliación de los sectores ponientes de Sgto.? siendo estos los sectores más vulnerables por problemas de contaminación ambiental dado que su condición física y geográfica facilitan la concentración de contaminantes atmosféricos en dichas zonas, ¿esto no significaría fomentar la exposición de la población más vulnerable, a mayores niveles de contaminación?, quien se hace cargo de las consecuencias sanitarias de esta política de expansión, o acaso esto no es parte también de la planificación urbana.?
3.- Si bien el único punto ambiental que toca la declaración dice relación con el aumento de la áreas verdes urbanas, logrando acortar la brecha existente con los tan ansiados 9mts2 x habitante, es valido preguntarse por un lado, ¿que tan efectivas serán dichas áreas propuestas y cuanto se demoraran en materializarse para cumplir la función ambiental de un área verde consolidad?, en contraposición se consume 10.000 has. aprox. de vegetación rural ya consolidad en su mayoría, levantando de forma inmediata la duda sobre los beneficios ambientales de dicha medida.
4,. Otro tema dice relación con la rigurosidad que el MINVU establece la reconversión del las zonas industriales establecidas al interior del área urbana, ya que no se establece ninguna medida ambiental que asegure que los suelos reconvertidos se encuentran en condiciones ambientales para ser reutilizados para uso habitacional, ya que ni siquiera se establece como requisito para su desafectación una evaluación de suelos contaminados.. en fin podría seguir.. el tema creo no va en cuestionar necesariamente el crecimiento de la metrópolis, sino más bien el proceso como se pretendió aprobar la presente modificación, el cual adolece de la debida reflexión democrática sobre los objetivos de ciudad y de sus habitantes.
Hans Muhr Münchmeyer

Comparto en general los argumentos que hablan acerca de que la ciudad seguirá incrementando su población lo que la llevará inevitablemente a un crecimiento sostenido en el tiempo. Este crecimiento se dará ya sea por la vía de incorporar terrenos, o por la inevitable anexión de los poblados vecinos, terminando en una caótica conurbación de no contar con reglas claras que regulen el proceso.

Lo anterior no se soluciona, no obstante, sólo con regular un aumento de su superficie, sino con apuntar a lograr un equilibrio entre crecimiento y renovación, entre la necesaria incorporación de terrenos y la recuperación de espacios deteriorados u obsoletos en la ciudad, soluciones que en ningún caso aparecen como mutuamente excluyentes.

Mi impresión es que se estaría llevando el debate a una falsa confrontación de ideas entre una expansión a ultranza y un crecimiento obsesivo hacia adentro, olvidando que ambas posturas son absolutamente complementarias.

Tengo la impresión de que para resolver el conflicto, habría que abrir un debate más amplio que permita conocer las ventajas y desventajas de ambas posturas, de modo que una próxima votación no se haga sobre supuestos equivocados de que una sola alternativa es la correcta.

Hans Muhr Münchmeyer
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