Encuesta Casen 2009: la segregación continúa…Entonces, ¿qué hacer?
A propósito del último informe de la encuesta Casen 2009, un análisis del Observatorio de Ciudades de la PUC señaló que las comunas con menores ingresos tienen menos polos de desarrollo, menor acceso a la cultura y menor cantidad de áreas verdes por habitante. Todo esto no es ninguna novedad para nosotros, ¡pero ese es precisamente el problema! Asumir como la lógica normal que en las comunas más pobladas y de menores recursos haya menos áreas verdes, que en las comunas periféricas estén los basurales y se ubiquen las cárceles.
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Áreas verdes
Aunque vivimos en el mundo real, partamos por el mundo ideal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 9 metros cuadrados de área verde por habitante, además una de una red de áreas verdes accesible a no más de 15 minutos caminado desde las viviendas. En Santiago de Chile el promedio de áreas verdes por hab. es de 3,2 metros cuadrados. Pero si entramos en detalles, veremos que en la comuna de Vitacura hay 18, 3 metros cuadrados de áreas verdes por hab., en contraste con la comuna de Pedro Aguirre Cerda que alcanza sólo al 1,2 metros cuadrado por hab. Podríamos poner más ejemplos y la conclusión sería la misma, las comunas con mayores ingresos poseen mayor cantidad de áreas verdes que las comunas más pobres.
Parece ser que para las municipalidades de menores recursos no pueden soportar la carga de mantener grandes espacios públicos, situación que muchas veces da paso al abandono. La Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo señaló que muchas de las áreas verdes de la Región Metropolitana se encuentran abandonadas, o se convirtieron en sitios eriazos o improvisados vertederos. Al menos esa es la realidad del 60% de los suelos destinados a áreas verdes.
Al parecer este no es un problema de densidad sino de regulación y administración de las áreas verdes. Según las declaraciones de Luis Valenzuela (investigador del Observatorio de Ciudades PUC) en El Mercurio, existe potencial para crear parques en las comunas de menores ingresos, “hay espacios, avenidas con bandejones al medio y terrenos que podrían aprovecharse. El punto es que hay que destinar recursos para realizarlas y mantenerlas”, asegura el urbanista.
Por otro lado las leyes no benefician mucho la calidad de vida ya que en la Ley General de Urbanismo y Construcciones se establecen sectores de áreas verdes obligatorias de acuerdo a la superficie y no a la necesidad de las personas, como aspira la OMS.
Si las leyes no se ajustan a la realidad de los tiempos y existen municipalidades que no generan tantos ingresos como otras, quizás el Estado debería asumir mayor protagonismo en la mantención y creación de áreas verdes, ya que, como lo he mencionado en posts anteriores, tiene directa incidencia en la calida de vida.
Acceso a la cultura y Polos de Desarrollo
Del mismo modo ocurre con la cultura y los polos de desarrollo económico. Actualmente en Santiago los panoramas culturales no se encuentran en las comunas de la periferia o en las comunas alejadas de las líneas del metro. La mayor cantidad de salas de cine, lugares de conciertos, universidades y teatros se ubican en sectores como Ñuñoa, Santiago Centro, Providencia, Vitacura y Las Condes. Según explica Valenzuela, los casos puntuales que se han manifestado en otras comunas como el caso del paradero 14 de Vicuña Mackenna, no han generado una verdadera evolución, ya que surgen en sectores privilegiados de esas dichas comunas que han alcanzado un nivel de ingresos similar al de las comunas del sector oriente, del mismo modo que sucede con los mall.
Sin embargo los supermercados son los únicos que rompen esta tendencia, ya que se ubican en los sectores altos, medios e incluso bajos.
El caso de Medellín y su Plan de Integración Urbana
Al pensar en temas como la segregación urbana y la calidad de vida, que se desprenden de las situaciones anteriormente descritas, es imposible no querer buscar soluciones o ver ejemplos de ciudades que hayan intentado superar esta lógica tan, lamentablemente, frecuente. Y el primer ejemplo que se me viene a la mente es Medellín. Quizás el más común, el más popular, pero creo que es necesario mencionarlo pues tenemos características “latinas” que nos vuelven más cercanos.
La idea que tenía la alcaldía de Medellín era disminuir la desigualdad y la delincuencia. Pero este plan no se sólo basó en programas de rehabilitación o charlas, sino a través de un plan de integración urbana. Actualmente el plan no ha finalizado, pero se ha concretado infraestructura cultural, establecimientos educaciones, una moderna y “arquitectónica bliblioteca”, además de espacios de recreación y peculiares sistemas de transporte.
El plan de Medellín se ha explicado en posts anteriores, por lo que no profundizaré mucho más en él. Sólo quiero dejar para la reflexión un gráfico que muestra la reducción de los homicidios en la ciudad colombiana y un par de fotografías que muestran la actualidad de los espacios públicos.
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