Campanas de iglesia de la Compañía de Jesús vuelven a Chile
El martes 8 de diciembre de 1863 una ola de calor y fuego envolvió a la iglesia de la Compañía de Jesús. En ese entonces, el templo ubicado en la esquina de Compañía y Bandera, donde hoy se encuentran los jardines del ex Congreso, se convirtió en una trampa para miles de personas que celebraban un nuevo aniversario de la Inmaculada Concepción. Murieron casi 3 mil personas, el 1% de la población de Santiago.
Un símbolo de la tragedia se acerca a Chile 147 años después. Se trata de las tres campanas que poseía la iglesia hasta el día del incendio y que hasta hoy se encontraban en Gales.
El anuncio fue hecho por el subsecretario para Sudamérica de la Cancillería británica, Jeremy Browne, y el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, quien destacó el acto como una contribución del Reino Unido a las celebraciones del Bicentenario. Las campanas, fabricadas entre 1753 y 1811, están actualmente siendo transportadas hacia Valparaíso y llegarán al puerto a principios de septiembre.
Un mercader de Gales
Luego del incendio de la iglesia de la Compañía de Jesús, un mercader británico llamado Graham Vivian compró las campanas y las llevó a Swansea, en Gales. Posteriormente las donó a la iglesia de Todos los Santos de Oystermouth, donde estos objetos permanecieron hasta ahora.
El símbolo y el recuerdo de estas piezas son valiosos también para los jesuitas que, entonces, ya no eran dueños del inmueble, porque habían sido expulsados en 1767. “Éstas deben ser de las pocas cosas que subsisten del tiempo del incendio; es el regreso de un recuerdo, tanto para la Compañía y la Iglesia, como para la ciudad que quedó enlutada”, señaló José Arteaga, secretario de orden.
La realidad de la que habla Arteaga es también resumida por el historiador Carlos Donoso, director de Licenciatura en Historia de la U. Andrés Bello: “El crudo incendio se dio justo en un periodo en que el gobierno liberal de la época tenía problemas con la Iglesia. Muchos creyeron que el fuego fue causado por el fanatismo, lo que cayó muy mal en la época”.
Las campanas serán la pieza principal de un memorial que se ubicará en el lugar donde estuvo el templo de los jesuítas durante esa época y que hoy ocupa la sede del ex Congreso Nacional.