14 de August, 2010

Carta destacada de la semana: “Ascensores de Valparaíso”

Por Andrés Rosenberg

Ascensor en Valparaíso

La carta destacada de esta semana proviene de Antonino Pirozzi, Presidente Cicop Chile Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio. En ella se trata la polémica acerca de la conservación de este verdadero patrimonio nacional con mira al Bicentenario. Se presenta una visión especial y personal, por cuanto Pirozzi trabajo en la zona y por ende conoce el tema a fondo.

La carta fue publicada por el diario El Mercurio el día 13 de agosto del 2010.

“Señor Director:

Disiento.

Nuestro estimado columnista Roberto Ampuero, en su columna “Ascensores de Valparaíso” (jueves 12, Pág. A3), afirma que “el rescate del patrimonio porteño… termina dependiendo de centralistas que carecen de vínculo afectivo con la ciudad…”. Creo que el problema no está ahí. Trabajé para Valparaíso, conocí a sus autoridades y ciudadanos cuando se diagnosticó el valor y estado del conjunto patrimonial Ascensores de Valparaíso, allá por 1997. La desafección era patente en esa comunidad, en esa ciudad y en sus autoridades y, creo, todavía radica ahí, salvo honrosas y escasas excepciones. Tengo la impresión de que a Valparaíso le “cayó” una declaratoria de la Unesco y la comunidad porteña no estaba, y todavía no lo está suficientemente, sensibilizada, informada, educada, capacitada, para comprender y asumir la responsabilidad que conlleva esa declaratoria. Por ahí escuche la frase “no se protege lo que no se ama”. Sostengo, asimismo, que no se conserva lo que no se valora y no se valora lo que no se conoce.

Me pegunto, ¿cuánta inversión, cuánto trabajo se ha hecho para educar, sensibilizar y capacitar a la comunidad porteña, para hacerla consciente y responsable, para crear una masa crítica con autonomía y poder para gestionar la protección de su patrimonio, y para exigir de las autoridades locales y nacionales la atención y apoyo que requiere? El patrimonio cultural no es prerrogativa exclusiva de las autoridades de turno, es propiedad y responsabilidad de quienes lo usan, lo aprecian y lo protegen. Una cuestión de derechos y también de deberes.

Antonino Pirozzi

Presidente Cicop Chile Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio

Plataforma Patrimonio

Comentarios de Disqus

Sebav

Estoy totalmente en desacuerdo con este caballero, creo que el problema de Valpo no radica en sus habitantes o lo que nosotros podamos hacer por nuestro patrimonio, que creo yo, es bastante con los recursos y poder que apenas contamos, el problema según yo son las políticas que se han empleado en Valpo y en Chile en general en tema patrimonial, además del financiamiento de los municipios más pobres y como se distribuyen los recursos de las grandes empresas públicas que operan en una determinada comuna.
Aeneas

“no se protege lo que no se ama”.

Proviene de Mein Kampf.
- Diego
  
  Eso no tiene ninguna importancia. Que Hitler sea Hitler no quiere decir que cada palabra que dijo en su vida sea peligrosa o equivoca. Además, Alemania tenía serios problemas en los tiempos del Mein Kampf, y Hitler supo verlos. El problema con Hitler es la pésima solución que ofreció para esos problemas. Lo que estás haciendo es parecido a esa censura que se le hace a Wagner o a Nietzche por que le gustaban a Hitler. Es estúpido.
marcelo concha

No conozco a porteño que no ame a Valparaíso, no conozco a porteño que no ame sus ascensores, ni se sepa sus canciones. Incluso, le diré, que gran parte de la población hincha por un equipo, sin triunfos, como el wanderers, que proporcionalmente lleva mucho más espectadores que Colo-Colo y la U de Chile.

Por favor, descarte esa hipótesis. Valparaíso es cochino, pero amado.

Por otra parte, completamente de acuerdo con el señor Ampuero, todo se resuelve desde y para Santiago.

Y lo peor desde el paradigma del crecimiento y la modernidad. Recuerdo a Bachelet, inaugurando la torre milenium y la enorme preocupación cuando a Paulmann, se le ocurrió paralizar las obras de su megaconstrucción.

Por favor, esto del bicentenario y del patrimonio parece chacota.
Daniel Yovanovic

Soy nacido, criado y educado en Valparaíso, es decir, más porteño que el campanario de San Francisco.
Amo a Pancho pero debo reconocer que a los porteños nos falta demostrar ese amor con hechos.
Algunos indicadores que retratan nuestra desidia:
– Poca participación en columnas de opinión como ésta, en contraste con una atención exagerada a temas como Bielsa o el matrimonio gay.
– Indiferencia generalizada ante la actitud vendepatria de la Municipalidad, que está rifando espacios de convivencia ciudadana para pagar la luz. Luego vuelven a votar por los mismos que se dan vuelta la chaqueta en el Concejo.
– Insistencia en marchas callejeras que terminan en lanzamiento de huevos a la Muni y descrédito de la causa inicial por la que se marcha, en lugar de asistir a las reuniones VECINALES, leer las carteleras, apoyar a las organizaciones ciudadanas, etc.

El estado de las quebradas (las que no están abovedadas, se entiende) es cuento aparte, pero también es un indicador del grado de civismo de quienes viven junto a ellas.

Los ascensores, finalmente, son parte estructural de Valparaíso, que nació y se desarrolló así: con ascensores.
Llegamos a tener alrededor de 30, de los cuales quedan 13.
Hay que recuperar los 30 y construir otros 30 para la parte superior de los cerros, partiendo más o menos a nivel de la Avenida Alemania.