Carta destacada de la semana: Parque Bicentenario y Costanera Sur
Esta semana en Plataforma Urbana decidimos publicar dos cartas en vez de una, debido a las varias cartas publicadas en la sección Cartas y Opinión de El Mercurio dedicadas al Parque Bicentenario y la Costanera Sur.
A continuación se presentan estas dos cartas publicadas el 31 de agosto y 3 de septiembre respectivamente.
La primera es del arquitecto Fernando Mandeville, y la segunda es del también arquitecto Christian de Groote.
Señor Director:
En relación con lo expuesto por los señores Marco Antonio Troncoso R. y Hugo Carvallo B. en cartas publicadas en “El Mercurio” con fecha miércoles 25 y sábado 28 de agosto, respectivamente, deseo expresar (agregar) un contrapunto.
Se plantea un falso dilema: vialidad versus áreas verdes, como si las arterias y los pulmones no fueran parte de un mismo cuerpo. Los bordes de los ríos tienen aptitudes intrínsecas para la vialidad de paso y ésta se requiere para acceder al río; son complementarios. Las costaneras son un recurso urbanístico atractivo; la mayoría de las ciudades que cuentan con cursos o cuerpos de agua las tienen.
Los parques ribereños requieren de vialidad contigua al río que provea acceso y control social al sector. Sí hay ciertos criterios de diseño que deben ser observados: la vialidad, por cierto, no debe tener las características de una autopista, sino las de una avenida con intersecciones reguladas, en las que los peatones puedan cruzar de manera fácil y segura. Del mismo modo, es necesario considerar una faja de parque entre el río y la vialidad. El Parque Forestal y la avenida Andrés Bello son buen ejemplo de esto.
La especialización y el sectorialismo en ocasiones nos hacen olvidar que el problema que queremos (debemos) resolver es uno solo (aunque muchas veces con complejidades), el cual tiene variados aspectos que deben ser armonizados y resueltos de manera integral.
De más está decir, por otra parte, que Costanera Sur es parte de la planificación urbana metropolitana vigente y que la omisión de un tramo de ésta compromete la coherencia del plan.
Fernando Mendeville Dumont
Arquitecto
Señor Director:
Quisiera terciar en el tema manifestando que concuerdo plenamente con lo afirmado por el arquitecto Fernando Mendeville, en carta a “El Mercurio” de fecha 31 de agosto, en que deja al descubierto el falso dilema que supone confrontar vialidad versus áreas verdes, siendo que “las costaneras son un recurso urbanístico atractivo” y, yo agregaría, necesario.
Sin embargo, me parece oportuno hacer ver que el convidado de piedra en el caso que nos preocupa no es la Costanera Sur, sino la Costanera Norte. Esta autopista agrede la geografía en forma particularmente dañina al cercenar la ladera oriente del cerro San Cristóbal, que es precisamente la que produce el giro del río Mapocho en dirección sur, para después discurrir hacia el poniente. Y ésa es la razón, además, por la que el Parque Bicentenario pretende aislarse del ruido de la autopista mediante el recurso de un talud que, como contrapartida, lo separa de su estructura madre, que es el río.
No podría precisar cuándo en el futuro, pero estoy seguro de que en alguna etapa del desarrollo de esta cadena de parques que flanquean nuestro río, haremos que la ladera del San Cristóbal discurra hasta su ribera pasando por encima de una autopista abovedada.
Christian de Groote
Arquitecto