Temuco quiere respirar
No sólo Santiago tiene problemas de contaminación. En Temuco y Padre Las Casas se hace recurrente ver un cielo contaminado. Pero mientras que en la Región Metropolitana la principal causa es la mala ventilación producto de la singular geografía que posee, en Temuco el problema se genera desde sus propias viviendas, que se calefaccionan con leña mojada, produciendo grandes humaradas contaminantes.
Producto de esta situación, se realizó a mediados de este mes un convenio entre el Sistema Nacional de Certificación de Leña y los municipios de Temuco y Padre Las Casas para bajar los niveles de polución en el aire temuquense.
Primero se desarrollarán diez medidas con este fin, entre las que se encuentran la operación del modelo de pronóstico de calidad del aire, la medición de calefactores y el apoyo a comercializadores de leña, entre otras. Dentro de esta última, se otorgarán incentivos económicos a aquellos que distribuyan leña con un bajo porcentaje de humedad.
Aparte para el incentivo del mejoramiento térmico, el ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), está impulsando dos proyectos pilotos. El primero consiste en incorporar tecnología alemana a las viviendas sociales, y el segundo es un convenio entre el Minvu y la Cámara Chilena de la Construcción para levantar dos viviendas térmicas cuyo funcionamiento será monitoreado por profesionales de la Universidad del Bío Bío.
Pero estas políticas no van sólo dirigidas a aquellas casas con alta emisión de contaminantes, sino que también a las casas nuevas para que partan desde un principio con un apropiado sistema de calefacción.
Menos cantidad, peor contaminación
Aunque la contaminación en Temuco es significativas y comparativamente menor a la de Santiago, ésta se caracteriza por ser extremadamente dañina. Un 95% de la contaminación total en Temuco tiene una calificación de fino y ultrafino proveniente de chimeneas, lo cual -dicen entendidos- es extremadamente peligroso para la salud.
Y saber que la mayor parte de estas emisiones peligrosas son a nivel doméstico puede ser una ventaja, pero mientras no existan políticas enfocadas a la búsqueda de una nueva energía menos contaminante e igualmente eficiente que la leña, los dardos del ministerio apuntan a educar a la población de la zona a tener más conciencia del problema.