¿Demoler, el arte de no hacerse cargo?
Escrito por Atilio Caosi Riveros*
El desmantelamiento y la demolición a medias de la caseta ferroviaria de control de cambios, de reconocido estilo Bauhaus de fines de los años treinta, perteneciente a la empresa Merval en Valparaíso frente al pasaje Ross, es un claro ejemplo del problema que reviste la disyuntiva de hacerse cargo de inmuebles de alto valor patrimonial, pero que se presenta en desuso, o no posee protección oficial, o bien carece de financiamiento para su mantenimiento y preservación en el tiempo.
Si bien existe una protección oficial para aquellos inmuebles de valor histórico, no es posible otorgar el grado de Monumento Nacional a absolutamente todas aquellas que sean de propiedad privada o estatal que enfrenten la desidia de sus propietarios, los cuales en cierto momento se le presenta la disyuntiva de demoler o hacerse cargo de sus activos de manera responsable.
Frente a esta problemática, pero considerando la situación que ha sufrido el país, tras unos de los sismos más grandes de la historia, pero siendo también una nación en vías de desarrollo, me pregunto ¿es justificado restar edificaciones, demoler y desvincularse definitivamente no solo de nuestra historia, sino de una capacidad instalada, de construcciones que no sólo son el legado de nuestros antepasados, sino de superficies que de una u otra forma pueden albergar una actividad económica, cultural, habitacional, o por último de bodegaje?
Este compromiso histórico presenta una problemática política y social mayor, ya que el país no se encuentra en condiciones de perder un edificio con el riesgo de generar un sitio eriazo o vacío por generaciones. Esto hace necesario de la urgente reconsideración de parte de empresarios, políticos y los propios ciudadanos, en materias de cuidado y apreciación del valor que estos bienes revisten.
Apelamos a una verdadera responsabilidad social, empresarial y política que se haga cargo de esa capacidad instalada. Que al no ser aprovechada, deprime sus entornos inmediatos y retrasa el desarrollo económico y cultural del país.
*ATILIO CAORSI RIVEROS
Arquitecto, se tituló en la Pontificia Universidad Católica de Chile, con un proyecto sobre la recuperación de espacios residuales en viviendas económicas de Valparaíso, que fue distinguido como el mejor proyecto de título de su promoción. Ha tenido a su cargo proyectos de rehabilitación de viviendas patrimoniales de dicha ciudad-puerto, además de ampliaciones, reparaciones y diseño de proyectos de obras nuevas en la región. Desde 2007 trabaja en el Consejo de Monumentos Nacionales, como Coordinador de la Comisión Asesora de Monumentos Nacionales de la Región de Valparaíso, debiendo en terreno apoyar la labor de supervisión y tuición de dichos bienes, incluido el Sitio del Patrimonio Mundial de Valparaíso. El Sr. Caorsi es además experto tasador de inmuebles y se ha especializado en Derecho Inmobiliario.