Santiaguinos vuelven a comprar departamentos en pisos altos
Tras el terremoto, los precios de viviendas en altura cayeron hasta en un 15%. Luego de ocho meses, la demanda está aumentando.
por Carlos Palacios
(La Tercera – 21/10/2010)
Nancy Arancibia se instaló en su nuevo departamento del piso 19 de Av. Perú, en junio de este año. “La gente cuestionaba que me fuera a vivir en un piso tan alto. Decían que era peligroso y trataban de hacerme desistir”, cuenta. Pero ella revisó la vivienda luego del terremoto y constató que no había daños. Así, después del 27 de febrero, Nancy decidió comprarlo. Incluso, llegó a la conclusión de que era más seguro vivir en los últimos pisos de un edificio que en los primeros.
Después del sismo, hubo gente que dudó si cambiarse o no a un piso alto. “El factor sicológico fue una variable a considerar al momento de tomar la decisión de compra. En la medida en que retornó la confianza y las personas se dieron cuenta de que los casos críticos en edificios fueron puntuales, la comercialización de estos inmuebles volvió a retomar lentamente su ritmo normal”, dice José Francisco Montalva, presidente de la Cámara Nacional de Servicios Inmobiliarios (Acop).
Inmediatamente después del terremoto, las inmobiliarias tomaron medidas para motivar la demanda. Así lo indica el presidente del Instituto Inmobiliario de Chile, Roger Debarbieri: “Hubo una disminución de hasta un 15% promedio en el precio de venta de los departamentos de altura”, señala. El descuento fue aprovechado por pequeños inversionistas, quienes adquirieron propiedades para ingresarlas al mercado de los arriendos. “Estos sabían que el ‘efecto miedo’ desaparecería en el corto plazo”, explica Debarbieri.
La oportunidad fue tomada por otros tantos santiaguinos que decidieron comprar o arrendar un hogar en las alturas en este período, pues bajaron los precios, cayó la demanda y aumentó la de las casas y las viviendas en pisos bajos.
De acuerdo con el informe de Coyuntura Inmobiliaria del primer trimestre de 2010, elaborado por la consultora Tinsa, se notó un cambio en las ventas de inmuebles en Santiago: el 31,6% correspondió a casas y el 68,4%, a departamentos. Estos datos, comparados con igual período de 2007 a 2009, muestran que la venta de casas correspondía a un 20% y 25%. Es decir, aumentó la venta de éstas y cayó la de departamentos. En el informe, esto se atribuye a uno de los primeros efectos del terremoto.
Mismo efecto en arriendos
Borislav Delic tardó sólo un mes en encontrar el departamento que buscaba. A principios de abril comenzó a recorrer edificios y se topó con varias opciones. “Me bastó visitar sólo cinco y di con el que quería. No se había arrendado, porque estaba en un piso 16. La gente tenía miedo y yo ahí vi una oportunidad”, cuenta. El inmueble, ubicado en Presidente Riesco, costaba $ 610.000 mensuales en abril pasado. Delic ofreció $ 570.000 y los dueños aceptaron inmediatamente.
Andrés de Amesti, dueño de la inmobiliaria De Amesti, explica que durante los últimos meses, paulatinamente, se ha notado un mayor interés por los pisos en altura. “Justo después del terremoto, cayó la venta y arriendo de departamentos sobre el piso 5. A partir de abril, la gente se interesó por los que se ubicaban hasta los pisos 8 y 9. En junio, ya no había temor por los pisos 10 y 12. Todavía hay ciertas dudas en los pisos sobre el 15”, cuenta.
Francisco Pantoja compró un inmueble a mediados de octubre en el piso 14 de un edificio en Av. Cristóbal Colón. Antes, vivía en un departamento en el segundo piso de un edificio. Pero después del 27 de febrero, la dueña del inmueble decidió subir inesperadamente el valor del arriendo casi en un 25%. “Es que aumentó el requerimiento por departamentos en pisos bajos. Yo pagaba $ 270 mil mensuales y, de un día para otro, comenzaron a cobrar $ 350 mil”, cuenta Pantoja. Esta alza de precio lo motivó a buscar un nuevo hogar.
Montalva, el presidente de Acop, lo confirma: “Los departamentos en pisos bajos fueron más requeridos (a partir de marzo) y muchos seguirán prefiriéndolos. Pero en el mediano plazo eso pasará. Las vistas en Santiago son un atractivo difícil de rechazar”.
Debarbieri coincide: “En julio pasado se empezó a revertir el ‘efecto miedo’. Ya en septiembre, se notó un aumento del valor de las viviendas en altura, de 3,2% promedio. Y esta tendencia debería mantenerse hasta fines de año, para llegar a marzo de 2011 con los valores previos al terremoto”.