“El edificio del Museo de Arte Contemporáneo no está en venta”
Brugnoli afirma que la Universidad de Chile estaría abierta a entregar la sede en el Parque Forestal sólo a cambio de un nuevo edificio de valor equivalente.
por Consuelo Terra
(La Tercera – 04/11/2010)
Las declaraciones de la directora de la Dibam (Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos), Magdalena Krebs, publicadas en La Tercera el pasado martes, fueron consideradas inoportunas por el director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Francisco Brugnoli. Krebs explicaba ahí la intención del gobierno de ampliar el Museo Nacional de Bellas Artes negociando con la Universidad de Chile la compra del MAC, ubicado a sus espaldas.
Los dichos de Krebs cayeron como un balde de agua fría en un contexto en que el MAC se encuentra en una carrera contra el tiempo reuniendo fondos para reconstruir parte de su frontis que se cayó con el terremoto del 27 de febrero. Hace dos semanas, el MAC recibió $ 84 millones de parte del Programa de Apoyo a la Reconstrucción del Patrimonio Material del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, lo que corresponde a la mitad de lo que necesitan para la reconstrucción, y tienen un mes de plazo para ir en busca del resto de los recursos en la empresa privada. Según cuenta Francisco Brugnoli, la Intendencia de Santiago comprometió $ 20 millones y faltan $ 64 millones que el MAC busca conseguir en el sector privado.
¿Está en desacuerdo con la idea de Magdalena Krebs de ampliar el Bellas Artes hacia el MAC?
No, no estoy en desacuerdo. El problema es otro. Este edificio no sólo tiene un valor patrimonial, sino simbólico. La Escuela de Bellas Artes se fundó en la Universidad de Chile y sigue siendo una de sus primeras instalaciones académicas. Asimismo, al MAC hoy día se le ha dado una vida que antes no tenía y, por lo tanto, no es llegar y decir: mira, estamos de acuerdo con dejar el edificio.
¿Un museo de arte contemporáneo debería estar en un edificio de arquitectura más moderna?
Necesitamos un edificio para las colecciones y exhibiciones temporales del Museo de Arte Contemporáneo . Un gran edificio que, además, tuviera un valor simbólico para Santiago y que fuera un aporte para el Bicentenario. Creo que un edificio de esa naturaleza merece un concurso internacional de arquitectura. Nuestra colección viene del año 1947 en adelante y es un reflejo de las grandes transformaciones que ha tenido el arte en Chile. Eso es un referente importante del arte actual que tiene que estar exhibido, no tiene que estar guardado.
El diálogo con la Dibam partió en el gobierno anterior y continuó luego del cambio de mando
Ahora, con el actual gobierno, he tenido una conversación con Magdalena Krebs. Se le informó del valor patrimonial del edificio para Santiago, para la universidad. Se manejaron cifras similares a las que se habían pensado con el gobierno anterior. No tiene ningún sentido siquiera nombrarlas, porque no corresponden a evaluaciones técnicas hechas por arquitectos. Pero la universidad no ha aceptado nada.
A cambio, ¿la universidad debería recibir un nuevo edificio acorde al valor patrimonial del antiguo?
Acorde a todos los valores que tiene este edificio y las necesidades de un museo contemporáneo para el Santiago del siglo XXI, y que sea equivalente a éste que se construyó para el Centenario.
¿Lo que le ofrece la Dibam no es equivalente a ese valor?
No hay ofertas concretas. Estamos conversando. Nada más. Por eso digo que el edificio del MAC no está en venta. Magdalena Krebs habla de comprar, pero este edificio no está en venta. En la conversación hubo un acuerdo de reemplazar este edificio por un nuevo Museo de Arte Contemporáneo. Pero eso no es una venta, como quien vende una casa. Esto es un aporte a la ciudad, en el cual la universidad entrega el edificio por otro gran aporte a la cultura de la ciudad y el país. Ese es el grado de avance. Magdalena Krebs es una persona muy seria, por quien tengo mucho respeto . Sus declaraciones nos suscitan problemas por otra situación y es que nosotros tenemos que restaurar el edificio hoy día, porque se cayó el pórtico, estamos consiguiendo dinero con empresas privadas y no sabemos si puede afectarnos, y esa es nuestra preocupación. Tenemos que tranquilizar a los privados. Sabemos del interés de Sebastián Piñera y Magdalena Krebs de continuar con las conversaciones iniciadas por Nivia Palma, ex directora de la Dibam. Tenemos abiertas las puertas. Estamos abiertos a que esta parte del edificio se incorpore al Museo de Bellas Artes, pues bien merecen sus colecciones estar expuestas en una misma unidad arquitectónica.