¿Qué hacer con la congestión vehicular en Santiago?
No ha pasado desapercibido en la capital, el aumento excesivo de tacos en las horas puntas, por el incremento del parque automotriz del último tiempo. Con un incremento de un 6% del flujo vehicular, y el ingreso de 130 mil nuevos vehículos en lo que va del año, Santiago se ha convertido en una ‘ciudad de vías abarrotadas’1.
El aumento de los ingresos en los hogares, las mejoras en la conectividad inter urbana, nuevos estándares de vida y mayor ingreso per cápita, son algunas de las causas del incremento de los atochamientos en la capital.
¿Tarificación vial? ¿Más carreteras interurbanas? ¿Mejoras en el transporte público? ¿Nuevos métodos alternativos? Posiblemente las ideas de soluciones ya han venido a la mente de los automovilistas que transitan en las horas punta por las calles de Santiago, por lo que los invitamos a dejar sus opiniones al respecto. Después del salto algunas posibles soluciones:
Hace algunos años ya se realizó en Santiago una propuesta para la descongestión vehicular: la determinación de vías segregadas, reversibles y exclusivas, que pretendían general un ordenamiento territorial para los automóviles de manera de ‘categorizarlos’ según las orientaciones de viajes en los horarios de mayor congestión. Sin embargo hoy este sistema ya no es suficiente para palear el aumento del tráfico vehicular.
Por otro lado, si se hace un análisis a partir de la sustentabilidad que debiera pretenderse en el transporte de superficie, todas sus variables se ven afectadas por los llamados ‘tacos’. Desde un punto de vista económico, se produce un fuerte gasto por las horas de viaje que se pierden de productividad, a lo que se suma que una vez al interior del ‘taco’, se produce un doble gasto de tiempo, ya que no sólo el usuario se ve afectado por la lentitud, sino que además se le agrega un costo social debido a que disminuye la capacidad del sistema. Desde un punto de vista ambiental es más evidente, ya que los atochamientos aumentan los valores de polución en el aire.
A continuación algunas soluciones:
1. Transporte público
A pesar del fallo de Transantiago, varios expertos apuntan a que la congestión se evita a partir de una mejora en el transporte público, sobre todo apuntando a una mayor red de líneas de metro. Así lo expone el Ingeniero en Transportes Louis de Grange, quien conversó con Plataforma Urbana para comentar las posibles soluciones para el transporte en Santiago: “La solución pasa por ampliar la red de metro, ya que es a nivel mundial una constatación empírica, que el metro es un muy buen método de transporte. La solución más transversal, más radical para la ciudad completa de Santiago, y para las futuras generaciones, pasa necesariamente por tener 200 km de metro. Todo el resto ayuda, pero es marginal al lado del problema principal. Metro mejora la calidad de vida a un enorme número de personas, apenas esté funcionando. La prioridad es aumentar metro”2
Respaldado además por los números el transporte público se ubica en una favorable ubicación cuando se considera el concepto de vehículo equivalente, que se refiere a la ocupación del espacio vial3. Un bus supera al auto 2,5 veces, sin embargo un automóvil en las horas punta traslada en promedio 1,25 pasajeros, mientras un bus transporta aproximadamente 40 pasajeros. Si se hace un simple cálculo de eficiencia, da como resultado que un bus es 12 veces más eficiente que un automóvil en términos del uso del espacio vial.
Sin embargo, la solución que pasa por el transporte público no debe obviar el aumento en la capacidad de consumo de los habitantes de la capital, la necesidad social de obtención de nuevos estándares de vida, y la comodidad que significa moverse en auto por la ciudad, sobre todo cuando las distancias y los centros de residencia y oficina se han polarizado por el aumento en la extensión de esta.
2. Tarificación vial
La tarificación vial es una fórmula que se implementó por primera vez en Singapur en el año 1975, debiendo los usuarios de automóviles cancelar sello que les permitía entrar a la ciudad. Luego hay otros ejemplos como el Manhattan o en Londres, el que en pro de reducir la congestión implementó un sistema de cobro a los vehículos que ingresaran al centro, tarifando un área aproximada de 16 km2. Con el cobro de las tarifas se costean obras de vialidad y transporte público.
En Santiago, donde queda demostrado que la restricción vehicular no logra reducir los atochamientos, existen alrededor de un millón 300 mil vehículos, de los cuales cerca del 10% -unos 130 mil- no tienen sello verde. Según la consultora inglesa en Chile Steer Davies Gleave, quienes hicieron un estudio el año 2007 en la capital, la tarificación vial reduciría en 48% la cantidad de vehículos en el centro de la capital y en un 33% en el sector de Providencia.
Hace algún tiempo el arquitecto y experto en transportes Marcial Echeñique, propuso la implementación de este sistema en la comuna de Providencia, de manera de reducir el flujo de automóviles en las calles que necesitan nuevos anchos debido al futuro aumento de las demandas de flujos, producto de la apertura de Costanera Center y Titanium.
La tarificación vial se traduce como un ‘garrote’4 que castigará al automovilista cada vez que entre a una zona que está prácticamente saturada por la presencia de vehículos. Sin embargo la capacidad de las redes de transporte público requieren presentar anteriores mejoras, de manera de que no sea el transporte público el que se sature por efecto de la disminución de los vehículos de superficie, situación que podría perfectamente darse en el caso de la comuna de Providencia que ya tiene suficientemente superada la capacidad de la Línea 1 en horas punta.
3. Gestión de la red
Una de las situaciones que llama la atención a la hora de los tacos, es la cantidad de vehículos estacionados en las calles, disminuyendo la cantidad de pistas en ciertas calles que resultan estratégicas para un transporte más fluido. Una de las soluciones pasa por liberar la mayor cantidad de espacio en superficie, de manera de que se utilice de manera eficiente toda la capacidad de las vías de circulación. De esta manera se hace necesario restringir los estacionamientos de superficie e incentivar la propuesta de estacionamientos subterráneos que suplan esta demanda.
Sin embargo esta no es la única medida que tiene que ver con la gestión de la red y la optimización de la situación actual. Una de las principales deficiencias que determinan la disminución de velocidades por congestión es la cantidad de cruces en las calles que tienen más capacidad para satisfacer cierta demanda vehicular. En palabras más sencillas, mientras más cruces, más semáforos, por lo tanto menos velocidad que pueden alcanzar los automóviles. Se hace necesario por lo tanto, normar los virajes que actualmente están permitidos, sobre todo los que se dan en sentido izquierdo en calles de doble sentido, o los que se dan en calles cercanas a centros de oficinas o negocios, donde hay presencia de un gran número de peatones que al cruzar retrasan el viraje de los vehículos.
4. Autopistas urbanas
Esta es una de las opciones más complejas y caras para plantearse como posible solución para el transporte, ya que para esto se hace necesaria la compra de suelo de la ciudad, donde el espacio físico tiene que lidiar con otro tipo de usos que son igualmente importantes, como áreas residenciales, áreas verdes, áreas de oficinas, etc.
Vespucio Oriente, Costanera Central, y otra serie de posibles autopistas urbanas, ¿son una posible solución en vez de la tarificación vial? Una de las teorías que se maneja a partir del aumento de carreteras interurbanas, es que a medida que se aumenta la capacidad de los flujos, no solo se van a mantener los automovilistas que transitan por estas vías habitualmente (A), sino que se agregan a esta nueva carretera los automovilistas que equilibraban anteriormente el sistema (B) trasladándose antes por vías alternativas. A esto se suman los futuros usuarios (C), que tienen que hacer un recorrido por donde pasa esta nueva carretera y van a considerar esta alternativa antes que buscar otros flujos. Finalmente, la nueva carretera construida volvería a quedar saturada por la suma entre (A)+(B)+(C).
Sin duda la respuesta a la congestión vehicular capitalina es tan importante como compleja en su resolución. Todas las soluciones antes descritas tienen sus pro y contras que necesariamente deben ser estudiados y conocidos de manera transparente. Se debe tener en consideración que el aumento del parque automotriz nace a partir de una necesidad de mejorar la calidad de vida de quien consume este bien. Posiblemente ninguna de estas respuestas funcione de manera independiente, por lo que la respuesta a la congestión pasará necesariamente por una mirada y comprensión conjunta del problema.
- Término acuñado por Peter Hall para describir el caos de las ciudades europeas a comienzos del siglo XIX [↩]
- Entrevista telefónica realizada el día viernes 5 de noviembre 2010, por Beatriz Mella [↩]
- concepto explicado en ‘El Garrote y la Zanahoria’ por Juan de Dios Ortuzar, Ingeniero en Transportes [↩]
- aludiendo al paper ‘El garrote y la zanahoria’ [↩]
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