Carta destacada de la semana: “MOP e iniciativas privadas”
La carta que escogimos esta semana como la destacada es una respuesta a la que mostramos anteriormente, escrita por el ex ministro Eduardo Bitrán y con críticas a la concesión privada de obras viales.
La carta apareció publicada en El Mercurio el día domingo 07 de noviembre.
Señor Director:
En las últimas semanas, el ex ministro de OO.PP. Eduardo Bitran ha expresado su rechazo a la idea de que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) aumente los incentivos para las iniciativas privadas. Entre otros argumentos, el ex secretario de Estado fundamenta su desacuerdo en las supuestas asimetrías que generaría este mecanismo en el mercado y en las posibles distorsiones en la evaluación de los proyectos, que afectarían el bienestar social.
Nuestra posición, en cambio, es que el Estado no sólo debe permitir sino también promover la presentación de iniciativas privadas, puesto que representan una fuente de innovación al desarrollo de nueva infraestructura de mayor complejidad.
Al respecto, parece de suma importancia aclarar cómo opera este mecanismo: el privado presenta su idea, el MOP la evalúa y puede declararla de interés público o, simplemente, desecharla. Y una condición clave para esta evaluación es que la idea no exista o que no sea similar a alguna otra que esté en el ministerio. Una vez declarada como de interés público, el proponente debe financiar y asegurar, mediante una boleta, los estudios para el proyecto, lo que garantiza al MOP la seriedad de la presentación.
Por ello, aparece como preocupante el drástico juicio de valor del ex ministro cuando señala que algunas iniciativas privadas no han sido un real aporte, ya que deberían haber sido parte de los planes normales del MOP. En este punto, expresamos nuestra total discrepancia, pues si algunas de las iniciativas privadas que han terminado en obras concretas hubieran sido parte de los planes normales del ministerio, nunca habrían podido ser declaradas de interés público.
Asimismo, la idea de que las iniciativas privadas finalmente terminan teniendo un costo más elevado para la sociedad es discutible, puesto que una vez declarado de interés público y el posterior llamado a licitación, es el MOP el que determina tanto el presupuesto oficial de la obra como el modelo de negocio. O sea, es el Estado el que ejerce su deber de velar que tanto el costo de la obra como la tarifa a pagar por el usuario sean los más adecuados. Y en esta decisión nunca participa el privado.
En este tipo de iniciativas el privado sólo plantea una idea, y si ésta es declarada de interés público, desarrolla los estudios de ingeniería básicos para luego seguir el curso de cualquier iniciativa pública, lo que incluye pasar por Mideplan.
Javier Hurtado C.
Gerente de Estudios Cámara Chilena de la Construcción