Los circuitos de entrenamiento que usan los santiaguinos para la corrida Nike
Los lugares preferidos para practicar son los parques y algunas calles de la ciudad, en las que hay menos cruces y semáforos.
por Carlos Palacios
(La Tercera – 17/11/2010)
Hasta hace cuatro meses, Loreto Venegas (39) nunca había trotado en su vida. En cambio, ahora se prepara para su primera gran corrida, la Nike 10K, que se realizará este sábado 20 de noviembre a las 17 horas. Como el desafío es grande -son 10 kilómetros de carrera bordeando el río Mapocho-, Loreto tomó clases con un entrenador personal dos veces a la semana y aumentó su ingesta de proteínas. Pero, además, sale a correr prácticamente todos los días por calles cercanas a su casa.
“Vivo en Providencia y a las 20.30 horas comienzo a entrenar junto a mi marido. Buscamos caminos que no tengan demasiados cruces e interrupciones, como Av. Pocuro y Sánchez Fontecilla”, explica Loreto.
La ruta que ella eligió para entrenar es una de las tantas que existen en Santiago. Son circuitos gratuitos en lugares públicos de la ciudad, como calles y parques, donde durante todo el año se suelen ver personas trotando o andando en bicicleta.
Desde 2007, Nike estableció cerca de 20 recorridos diferentes, calculando las distancias y características de los terrenos para que los atletas puedan mantener un registro claro de sus programas de entrenamiento y elegir aquella que más les convengan: cerca de la casa, del trabajo, con y sin semáforos, o de cemento o maicillo.
Según Pablo González, capitán del Nike Running Team (un equipo de 127 corredores que entrenan organizadamente en distintos lugares de la ciudad), algunas de las rutas más populares se encuentran en los tradicionales parques de Santiago.
“Son ideales, ya que se pueden realizar trotes continuos, series y trabajo de cuestas”, dice. Entre los favoritos están el Parque Bicentenario de Vitacura, el Padre Hurtado de La Reina, el Araucano de Las Condes o el O’Higgins, en Santiago.
Por ejemplo, en el sector poniente, el Parque de Los Reyes es una pista apta tanto para principiantes como aficionados. Para aquellos primerizos, entre calle General Riquelme y Ricardo Cumming, hay un camino de 2 km bordeando el parque sin semáforos y que es de maicillo. Los más expertos, pueden continuar corriendo hasta media cuadra después de calle Esperanza y de regreso, sumando así dos kilómetros más al sendero.
En la vía pública
Pero no sólo los parques son una buena opción. El bandejón central de la Alameda, desde la estación de Metro Las Rejas hasta la estación República, ida y vuelta, suma 10 km de vías de cemento y en plano. Eso sí, hay semáforos. También sobre el pavimento, aunque más corta, es la ruta de Ciudad Empresarial. Son 5 km que recorren las principales calles de este sector de Huechuraba.
Según González, la principal diferencia entre un parque y la calle es la continuidad que se le puede dar al entrenamiento. “En la calle hay semáforos, aunque se suelen elegir aquellas con menos cortes. Allí practican los deportistas más experimentados, ya que son distancias más largas”, dice González.
Lo bueno de los parques, dice, es que existe la posibilidad de tomar agua en las fuentes o de realizar otros ejercicios complementarios utilizando los juegos de niños.
González agrega que los horarios preferidos por la gente para entrenar son antes y después de las jornadas laborales: “A las 7 de la mañana y a las 7 de la tarde durante la semana. Aunque hay consenso entre los deportistas que, los sábados y domingos, la mejor hora es a las 9 de la mañana”. Entonces, hace menos calor y se evita la deshidratación, efecto que disminuye las capacidades deportivas.