Santiago aún discrimina a las personas con discapacidad
Un 51% de los edificios sin accesibilidad y veredas mal diseñadas y llenas de obstáculos son las barreras que enfrentan a diario las personas con movilidad reducida en la capital.
por Consuelo Terra
(La Tercera – 01/12/2010)
En Santiago viven 747.017 personas con algún tipo de discapacidad, y según María Ximena Rivas, directora del Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis), el derecho más básico, que es poder circular libremente por la vereda, hoy no se está cumpliendo para este 11% de la población.
“Hay rebajes para sillas de ruedas en la mayoría de las veredas (obligatorias por ley desde 1996), pero están muy mal diseñadas. En el Centro Cultural La Moneda hay una rampa para sillas de ruedas maravillosa, pero… empieza en tres escalones y termina en cinco. Vitacura está bastante bien en rebajes de veredas, pero muchos postes están en la mitad de la calzada y no dejan espacio. Pasa lo mismo con los pisos guía para ciegos que hay en calles como Pío Nono: les ponen paletas publicitarias en la mitad y los ciegos chocan con ellas”.
Para evitar que estos descriterios sigan ocurriendo, Senadis, junto al Ministerio de Vivienda, está reescribiendo las medidas de accesibilidad de la ordenanza urbanística. “Queremos que no haya lagunas que permitan que se aprueben proyectos que no sean inclusivos”, dice Rivas.
Accesibilidad universal
Según un catastro de Minvu, el 51% de los edificios públicos de la Región Metropolitana no son accesibles para personas con discapacidad. Esto incluye servicios públicos, pero también restaurantes, colegios, supermercados y bancos. La nueva Ley de Discapacidad, promulgada en febrero, dio un nuevo plazo de tres años a las edificaciones antiguas para que se adapten, y obliga a todos los inmuebles nuevos a incorporar la accesibilidad universal desde el diseño.
“La ley actual no habla de ‘discapacitados’, sino de ‘accesibilidad universal'”, recalca Rivas. “Esto no es solo para personas con discapacidad, es también para la mamá con coche o las personas con problemas en las rodillas. La ley dice que toda persona tiene derecho a un acceso libre y autónomo y al desplazamiento por el interior, que no quede la silla solo en la entrada”.
En cuanto al transporte público, el 70% de las estaciones de Metro y buses Transantiago tiene acceso para sillas de ruedas. “Esperamos que cuando se termine de renovar la flota de buses, el próximo año, se llegue al 100%”, afirma el ministro de Transportes, Felipe Morandé. Además, todos los paraderos de transbordo y los nuevos que se están construyendo vienen con indicaciones en braille y pisos guía para ciegos, en un plan piloto que comenzó este mes.