Ciudades Creativas y el cómo elegir dónde vivir
El título de este artículo insinúa la idea de que las ciudades exclusivamente innovadoras y la creatividad son claves para el desarrollo económico y ser competitivo a nivel mundial. Por otro lado, se diferencia de aquellos que piensan que la globalización desprecia el valor de lo local sin consideraciones territoriales, con la típica creencia de que cada día importa menos en qué ciudad decidamos vivir.
No es casualidad que los polos creativos se estén concentrando espacialmente en clusters de innovación y que las ciudades estén lanzando elaboradas campañas de marketing urbano para atraer nuevos consumidores locales. El desarrollo económico está vinculado con las capacidades que se tiene para atraer capital humano creativo y de ofrecer una ciudad con una alta calidad y estilo de vida: todas buscan difundir cómo se vive ahí y qué la hace distinta de otras. Se debe entender que proyectar una ciudad atractiva es inversión y que la creatividad está transformando la economía mundial.
En una entrevista realizada a Richard Florida, experto en estudios urbanos e innovación tecnológica, se delibera en torno a cómo las ciudades han explotado sus potencialidades para levantar su economía. Según el entrevistado, la base está en reestructurar la educación para fomentar los talentos, con el fin de construir climas dinámicos que generen productos creativos.
Florida introdujo el concepto del nuevo segmento social que llama clase creativa, identificando que la movilidad económica se da según donde éstos se instalan. Durante la década de los ’80 y ’90, una serie de ciudades intentaron construir parques tecnológicos para replicar el exitoso caso de Sillicon Valley. Pero es una ingenuidad creer que es exclusivamente el empleo el que moviliza a la gente, ya que inversamente, cada día más las empresas se relocalizan donde está el grupo social del que se alimentan. Por otra parte, el empleado de una clase móvil tiene crecientes preferencias por vivir en un lugar que tenga un estilo de vida al que le interese identificarse.
En el libro “Who’s your City?” (¿Quién es tu ciudad?) se analiza de qué forma la economía creativa está convirtiendo el “dónde vivir” en la decisión más importante en la vida de las personas. Es inevitable que los individuos creativos se acumulen en un mismo lugar, maximizando los productos innovadores que son capaces de generar y levantando polos espaciales de mayor atractivo. Hoy en día existe esta clase móvil que diferencia las distintas áreas urbanas en términos de su cultura, economía especializada y otros factores que valorizan el suelo bajo criterios intangibles como la creatividad. Entonces, ¿cómo responden las ciudades para generar un terreno propicio para que empresas y nuevos proyectos quieran instalarse y el desarrollo económico se despliegue?
1. Melbourne 2. Nagoya y Kobe
Las estrategias son incontables y buscan hacer ruido en el mundo entero. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha identificado una red de ciudades creativas que se caracterizan por la innovación en el espacio público y las interacciones sociales que las hace atractivas para visitar y vivir. Mientras Nagoya y Kobe buscan destacarse por la excelencia en el diseño innovador, Melbourne intenta posicionarse como la capital cultural que se funde en la industria de la literatura y Berlín acoge más de de 1.500 eventos culturales al día.
La teoría de Richard Florida alude principalmente a un suelo que se ha comenzado a cargar de valor según sus cualidades de excepcionalidad capaces de atraer a mayor cantidad de personas. En este sentido, nos debemos preguntar hasta qué punto los hitos globales que se han convertido en la principal estrategia para atraer miradas internacionales valorizan el espacio local.
Íconos como un puente Calatrava y otros gigantes de la arquitectura mundial se utilizan principalmente para marketear ciudades desterritorializadas, con la creencia de que el concepto de “ciudad global” radica en el uso de arquitectura genérica y externa al país en que se emplaza. La ciudad global de hoy es esencialmente competitiva, por lo que aquellos que construyen ciudad estratégicamente deben ser capaces de internalizar los beneficios propios del territorio valorizado y diferenciado.
1. Puente del Alamillo, Sevilla 2. Puente de la Mujer, Buenos Aires 3. Puente de l’Assut de l’Or, Valencia
Gijón, ciudad creativa
Cuando la ciudad española Gijón se planteó que sobrepasaba una crisis en el sistema político con una pérdida de confianza en las institucionalidades y con graves repercusiones en el ambiente social, la respuesta fue esencialmente creativa, hacia definir la identidad y orgullo local. Lejos de apostar por una cultura institucional y su valor turístico a gran escala, potencia el concepto de ciudad creativa en iniciativas ciudadanas menores con altas expectativas de innovación.
El ciudadano activo encuentra en los espacios públicos el escenario clave para propulsar la actividad y transmitir cultura. Se utiliza el término Cultura a Nivel Calle para hacer referencia a las oportunidades que ofrece el espacio público y el perfil urbano, donde se entrecruza el observador, la creatividad y los creadores. A pesar de su escala limitada, busca convertirse en una localidad innovadora donde la gente aspira a instalarse y vivir en condiciones de excepcionalidad, con la idea de que caminar por las calles de Gijón es una experiencia única.
Las políticas públicas a favor de la clase creativa emergente que destaca Richard Florida ha generado diversas críticas sugeridas desde distintas orientaciones políticas: una derecha que se queja del supuesto aumento en el gasto público para atraer a la clase creativa y una izquierda que acusa el elitismo cultural y económico que este promueve en desmedro de la tradicional clase trabajadora.
De todos modos, no se puede negar que la ambición de convertirse en una ciudad creativa decanta en atractivos proyectos e inversiones locales. Idealmente, la propuesta de Florida busca ser consecuente con la historia y las capacidades de las ciudades, que más allá de aspirar limitadamente a un turismo genérico y globalizado, radica las cualidades de los espacios locales diferenciándolos.
Al fin y al cabo, a pesar de que existen una serie de ciudades que globalizan la experiencia de visita en el turismo, modelando la ciudad con íconos genéricos y llamativos, a las personas sí les importa dónde vivir y distinguen en el momento de elegir. La ciudad creativa no significa un aporte por el simple hecho de mediatizarse con características globalmente deseadas. La ciudad creativa es una excusa positiva en la medida que sea capaz de realzar valores locales haciéndolos accesibles y transmisibles en el espacio público, en quien transita por la calle y quién decide vivir ahí.