Gobierno identifica seis sitios para instalar centrales a carbón
Cuatro localidades en el norte y dos en el sur son las más viables para la construcción de centrales, según un estudio de la era Bachelet que el actual gobierno utiliza como base para definir las zonas donde emplazar futuras plantas.
(La Tercera – 27/12/2010)
Instalar una nueva central a carbón en Chile es hoy un tema sensible. El debate volvió al tapete tras la decisión del Presidente Piñera de pedir al grupo franco-belga Suez que desistiera de construir la central Barrancones cerca de Punta de Choros, en la IV Región, discusión que, a su vez, dejó en evidencia que hay zonas donde hoy no es posible ubicar plantas de este tipo.
Por esto mismo, los privados están a la espera de señales claras del gobierno respecto de los lugares donde sí sería factible colocar tales centrales. Y el Ejecutivo, a través de los ministerios de Bienes Nacionales y de Energía, está trabajando para definir esas zonas. De hecho, ya tiene identificados seis sitios de referencia, los que fueron propuestos en un documento que encargó en 2007 el gobierno de Bachelet y que durante 2011 será actualizado por la cartera de Energía.
“Ese estudio es un punto de partida para un trabajo más amplio y de más largo plazo que estamos realizando en la caracterización territorial. La actualización de esos resultados será absolutamente complementaria para definir el mapa de las vocaciones de uso del territorio”, confirma la ministra de Bienes Nacionales, Catalina Parot.
Hasta ahora, esos seis lugares habían estado en reserva. Según el documento al que tuvo acceso La Tercera, cuatro están en la zona norte y dos en el sur. Los sectores viables para instalar nuevas plantas a carbón son Taltal, en la II Región; Caldera Norte, Punta Alcalde y Puerto Guanaco, en la III Región, y Norte Arauco y Pargua, en la VIII y X regiones, respectivamente.
Según el informe, esas localizaciones reúnen todas las condiciones para el emplazamiento de centrales termoeléctricas. Para la obtención de las seis áreas factibles, el trabajo evaluó 13 alternativas de sitios. Finalmente, se descartaron las opciones de Cifuncho (II Región), Puerto Flamenco (III), Puerto Padrones (III), Punta Lengua de Vaca (IV), Puerto Punta Chungo (IV), Lagunillas (VIII) y Lenga (VIII).
Como parte del análisis de localización se consideraron tres grupos de variables, con distinto grado de incidencia en la determinación de un área específica: críticas, de localización y de costo. Estas fueron rankeadas y luego se eligieron seis.
Pero las ubicaciones detectadas no son las únicas apropiadas para la construcción de proyectos termoeléctricos. “Son una referencia para el nuevo análisis. Eso no excluye que existan otros lugares que presenten condiciones adecuadas para el desarrollo de proyectos energéticos. No nos limitaremos a ese número, porque hoy existen necesidades de energía en otros lugares en que antes no había”, sostiene el ministro de Energía, Ricardo Raineri.
El objetivo del actual gobierno es ordenar los desarrollos de manera coherente y compatible con el medioambiente, pero teniendo en cuenta que, por un factor estratégico y de seguridad de suministro, tampoco es aconsejable localizar y concentrar la construcción de centrales en pocas zonas. Si bien en el Ejecutivo reconocen que tras concluir los estudios habrá áreas donde no se podrán instalar desarrollos eléctricos, la idea tampoco es normar los emplazamientos.
“No haremos una normativa. Estos son procesos indicativos que ayudarán a la toma de decisiones al sector público y al privado”, agrega la ministra Parot.
En las autoridades sí existe el convencimiento de que al tener un catastro de emplazamientos que considere variables como las áreas protegidas y de propiedad indígena, por ejemplo, se eliminarán factores de conflicto que pudieran afectar la ejecución de los distintos proyectos.
Beneficios versus costos
Según ejecutivos de la industria energética, algunas cualidades que explican que estos seis sitios sean aptos para la instalación de centrales a carbón tienen que ver con que están emplazados en localidades con poco desarrollo, donde las plantas generadoras podrían producir mayor dinamismo económico. De los seis lugares detectados, sólo en Taltal hay centrales eléctricas operando, lo que en este caso particular facilitaría la instalación de otra planta, pues es un emplazamiento ya probado. En esa localidad, Endesa posee una unidad de generación por 243 MW.
Punta Alcalde, en tanto, es el único lugar donde existe un proyecto eléctrico, que pertenece a Endesa. Según estimaciones de la firma, la planta debería entrar en operaciones en 2014 y tendrá una capacidad de 740 MW. Hasta el momento, ese proyecto no ha generado mucha oposición por parte de las comunidades, por lo que de confirmarse el lugar como una localización posible, respaldaría su instalación.
Un escenario distinto, sin embargo, se daría un poco más al sur, en Caldera Norte, donde no hay proyectos eléctricos y que ha sido estudiado por varias generadoras en más de una oportunidad, las que finalmente desistieron, producto de la oposición que despertaron las iniciativas en la comunidad.
En la misma línea, Norte Arauco y Pargua, en el sur, podrían convertirse en focos de conflicto, pues se trata de áreas mucho menos intervenidas y la llegada de termoeléctricas podría tener un impacto en el entorno natural.
Por otro lado, los ejecutivos advierten que hay que tener cuidado con las directrices que se puedan delinear, porque podrían dar cabida a inversionistas o compañías que compren terrenos a muy bajo costo en estas zonas ya certificadas, generar un monopolio y terminar vendiendo a las eléctricas a un precio mayor. Esto podría ocurrir, sobre todo, en zonas donde no hay desarrollos importantes, como Puerto Guanaco, Norte Arauco y Pargua.
Reestudiando las zonas
El informe encargado por el Ministerio de Energía, el pasado 19 de noviembre, busca revisar las razones por las que las seis zonas fueron escogidas y volver a analizar las que se descartaron por algún motivo en particular.
También evaluará el potencial desarrollo que pueden tener las localizaciones, incorporando las restricciones actuales y las nuevas expansiones posibles y, de paso, detectará la máxima capacidad instalable en cada una de las locaciones. Asimismo, deberá tener en cuenta las condiciones tecnológicas que debieran incorporar las nuevas centrales, “considerando la nueva norma termoeléctrica”, detalla el ministro Raineri.
Los resultados del estudio se cruzarán con los datos que obtendrá Bienes Nacionales. Esa cartera está trabajando con la Universidad Católica para definir un mapa de los usos territoriales, que ayudará a la toma de decisiones en el emplazamiento de cualquier proyecto.
“En marzo entregaremos al Presidente Piñera la primera etapa del trabajo de caracterización territorial y, a fines de 2011, tendremos completo el mapa de las vocaciones de uso del territorio”, adelanta la ministra Parot.