Vertederos clandestinos en Calama: problema de larga data
“Yo abro mi ventana y veo tierra, perros muertos, basura, todo”. Es el panorama diario con el que tienen que lidiar Marcela Toledo y los demás vecinos de la Población Gladys Marín, en Calama.
Durante este año comenzó a hacer crisis, y a aparecer constantemente en los medios regionales, un problema sanitario que tiene a un sector de los pobladores de la ciudad con un franco deterioro de su calidad de vida.
Se trata de los depósitos ilegales de basura que rodean la periferia de la ciudad, especialmente en la zona norponiente, donde se ubica la Población Gladys Marín.
Además de distintos problemas de salubridad urbana, como la presencia de perros vagos y la contaminación producto de la actividad minera cercana, durante este año la situación de los depósitos de basura ilegales en Calama ha venido agravándose progresivamente. Según indican las noticias regionales, en El Mercurio de Calama, en agosto de este año se hablaba de un anillo de basura que circundaba la ciudad.
Por otro lado, Calama parece ser un lugar poco querido por sus habitantes, ya que según datos entregados y analizados por el INE, los calameños están entre los chilenos que menos valoran su ciudad para vivir.
Desde 2006, por ejemplo, cuando se inauguró la población Gladys Marín, hacia el poniente, los vecinos han visto que en una quebrada cercana se deposita basura domiciliaria, e incluso escombros y basura proveniente de empresas, que llegan de noche con camiones.
La basura, además de ser un problema sanitario, es un problema administrativo para la municipalidad, ya que los calameños no cancelan sus derechos de basura, por lo que la deuda durante este año llegó a los 700 millones de pesos: algunos vecinos no cancelan desde hace 15 años, y ya que la deuda se ha acumulado se hace cada vez más difícil que se pongan al día.
Precisamente por eso es porque el problema de la basura no tiene solución en esta ciudad, como indica Marcela Toledo, que vive en la Población Gladys Marín: “Acá no hay cultura ciudadana, nos vienen a dejar de todo…”. Se queja de no hay educación entre los vecinos, que permita dar solución desde la raíz del problema. Aunque para el próximo año la municipalidad está buscando generar programas de educación ciudadana referidos a esta conducta con la basura, todavía no hay mucho en concreto.
Marcela cuenta que la quebrada cercana a la villa de viviendas sociales se ha convertido en el lugar de desechos de toda la ciudad, a pesar de que sí existen los servicios de camiones recolectores: para la construcción del casino, cuando hay obras de pavimentación, todos los escombros van a parar a ese sector de la ciudad, a pesar de que por ley las quebradas no pueden rellenarse con desechos.
En Calama existe un vertedero habilitado para residuos domiciliarios y basura común, ubicado a 11 kilómetros de la ciudad y que atiende de lunes a sábado. Mientras que para escombros existe otro depositorio de atención gratuita, a un kilómetro por el camino hacia San Pedro de Atacama.
Los pobladores afectados, organizados en la Agrupación Vecinal Ecologista de Calama, se ocupan constantemente de recordarle a las autoridades municipales lo deteroriada que se ve su calidad de vida por la cercanía de los vertederos clandestinos: malos olores, plagas y el viento que arrastra desperdicios hacia sus casas son sólo algunas de las incomodidades que tienen que enfrentar periódicamente. Aseguran que han constatado que hay empresas que por la noche llegan con camiones a tirar sus desechos, y que el municipio no siempre cumple con los planes de ayuda.
En este video, elaborado por el medio regional Calama Televisión, se muestra la realidad que tienen que vivir los vecinos y las reacciones de parte del alcalde.
El municipio limpia constantemente, o anuncia que enviará equipos de limpieza, pero de nada sirven ni siquiera las barridas periódicas si los vecinos y las empresas siguen depositando sus desechos en aquellos lugares. Las denuncias de los vecinos se han multiplicado a lo largo de este año, y la respuesta del municipio es siempre la misma: enviar equipos y recordar a los ciudadanos que tengan conciencia.
Para seguir, durante la segunda semana de enero, gracias a una alianza gestionada por la municipalidad con Codelco, se comenzará a limpiar nuevamente la zona del límite norpotiente de Calama. La limpieza había estado programada para antes, pero con el comienzo del Rally Dakar, se prefirió aplazar la conferencia de prensa en la que se lanzaría el plan de colaboración Codelco-Municipalidad.