Conectividad de Carretera Austral paralizada por retraso en contrato con naviera
La ruta terrestre-marítima que uniría día a día Hornopirén y Chaitén aún no opera plenamente.
por Claudia Urquieta
(La Tercera – 18/01/2011)
El 15 de diciembre el Parque Pumalín reabrió oficialmente sus puertas luego de cerca de tres años. Pero las visitas escasean y las cabañas y los campings están casi vacíos.
¿La razón? La falta de conectividad. Así lo asegura Douglas Tompkins, quien critica la “irresponsabilidad” del gobierno al anunciar, según dijo, que para la temporada veraniega se contaría con una ruta diaria en modalidad bimodal-marítimo-terrestre- que permitiría reabrir la Carretera Austral, que hasta hoy no se ha concretado.
Al principio se había puesto como fecha el 1 de diciembre para el circuito de Hornopirén-Leptepú-Fiordo Largo-Caleta Gonzalo, lo que se ha ido modificando.
Este atraso preocupa a los operadores turísticos. Patricio Silva, presidente de la Cámara de Turismo de Coyhaique, señala que “están todos expectantes, pero no han sido claros con la información y no se sabe cuándo va a empezar a funcionar esto”.
Si bien hoy existen servicios que unen la zona, no son diarios y toman bastante tiempo. Lo que hace que los turistas opten por otros destinos. Silva asegura que esta incertidumbre afecta a unas 400 pymes, ya que se esperaba que llegaran unos 15 mil turistas más para este año, justamente gracias a la promesa de conectividad. Actualmente, unos 35 mil visitantes recorren la Carretera Austral.
Expectativas
Constanza Palacios es dueña del hotel de montaña Espacio y Tiempo, en la localidad de La Junta, al sur de Chaitén.
Para ella la falta de respuestas “nos ha afectado porque se generaron expectativas al respecto. Como se habló con tanto bombo y platillo de la conexión bimodal y venimos arrastrando el tema de la conectividad hace años, es una desilusión”.
Mary Bravo, administradora del fundo Los Leones, en la desembocadura del río Palena al norte de Aysén, explica que “la gente que tenía reservas igual llega, pero personas en tránsito se ven muy pocas”.
Dice que el mayor problema es “que hay una desinformación salvaje”, lo que es muy malo para el negocio, ya que los turistas necesitan planificar con anticipación sus viajes.
“Consultas cuándo empiezan las rutas y nadie te da explicación. Creo que así como lo anunciaron deberían decir que esto no corre por el momento o que definitivamente no se va a hacer”,
El atraso de los contratos
Desde el gobierno aseguran que el plan sí se va a materializar. Pero no hay una fecha concreta. La semana pasada se firmó el contrato entre el Ministerio de Transportes y Naviera Austral para dar el esperado servicio.
Según explica el seremi del ramo de la Región de Los Lagos, Alex Bartsch, la próxima semana debe ser recepcionado por Contraloría, que debe realizar la toma de razón. “La idea es sacarlo lo antes posible”, asegura Bartsch, quien señala que hay preocupación en la cartera porque esto se agilice.
El seremi de Obras Públicas de Aysén, Quemel Sade, señala que la infraestructura y los caminos estuvieron listos a tiempo, pero que todo se dilató por las negociaciones con los operadores, que querían “negociar el manejo de rampas, así como que se les eliminaran multas existentes anteriormente”.
Cuando comience a funcionar esta ruta, el servicio será diario durante un año, luego de lo cual se evaluará si es necesario hacer cambios.
Tompkins aboga por ruta costera
El dueño de Pumalín, Douglas Tompkins, considera que la fórmula que impulsa el gobierno y que obliga a tomar dos barcazas a los usuarios es “innecesaria y más complicada”.
Básicamente, porque implica que se tengan que hacer dos transbordos adicionales: “Bajarse en Leptepú, andar apenas unos 12 kilómetros por un camino riesgoso de tres metros de ancho, donde las salidas del camino son usuales, para luego subirse a otra barcaza para avanzar por media hora y luego volver a bajarse”. Para Tompkins, lo óptimo era volver a la ruta Hornopirén- Caleta Gonzalo.
Ahora “tenemos un servicio pobre”, lo que a su juicio “era totalmente evitable, pero realmente fue la porfía de las autoridades de insistir en dos barcazas”. El ex dueño de Spirit propone una ruta costera, que asegura se puede hacer ahora y que daría “conectividad óptima en el corto plazo, hasta que se den las condiciones económicas, técnicas y de flujo más favorables para iniciar el camino interior en el largo plazo”.