Bienvenido a Chile: Cuánto nos falta por avanzar
La semana pasada vi el reportaje “Welcome to Chile” en la edición principal de Tele13 (les aconsejo que lo vean). En las imágenes, la periodista Anita Cordova acompañaba a tres turistas extranjeros, que no hablaba español, por Providencia y el centro de Santiago.
Primero muestra el caso de un matrimonio inglés en el Museo Histórico Nacional, donde no encuentran ningún tipo de subtitulo o material en otra lengua que nos sea el castellano. Luego acompaña a un estadounidense desde Providencia hasta la Plaza de Armas. Según cuenta la periodista, un trayecto que no debería tomar más de 20 minutos, el turista lo hace en más de una hora, debido a la escasa información en inglés que encontró. Sumado a eso, el gringo (como lo llaman en el reportaje) preguntaba en la calle pero nadie le entendió y pocos le pudieron responder en inglés.
Algunos días después recordé este mismo reportaje al ver un programa de TVN, donde entrevistaban a chilenos viviendo en Río de Janeiro. En un momento uno de ellos le mostraba al periodista el letrero de una calle, decía “Avenida San Martín”, y debajo de eso, en el mismo letrero, dice “Militar Argentino que ayudó en la independencia de Chile, Argentina y Perú”, o algo muy parecido, no lo recuerdo exacto en este momento. Es verdad que Brasil es un país que vive del turismo, pero esto no es trabajo del último año, ha sido un proceso a largo plazo.
Surge de inmediato la pregunta ¿Cuán preparados estamos para recibir turistas que no hablen castellano? La respuesta, sobre todo después de ver el reportaje, es poquísimo. Santiago, la ciudad nº 1 en la lista de destinos recomendados, según el New York Time, tiene escasa información en inglés u otro idioma y una señalética que no ayuda mucho.
Hay personas que dicen que si no sabes el idioma o la lengua del lugar que visitas tienes que atenerte a las consecuencias. Que si para los hispanoparlantes no hay letreros en español en las grandes ciudades anglosajonas, por qué en Chile tendríamos que hacerlo. De hecho existen opiniones más extremas que dicen “entonces tendríamos que tener señalización en chino, francés, portugués, afrikans, etc, dependiendo el turista”, a mi juicio este es un ejemplo extremo.
Yo pienso que parte de nuestra señalización sí podría estar en otro idioma. Así como se está impulsando el bilingüismo en la zona de la Araucanía, como medida de apoyo al mapudungun y la cultura mapuche, podríamos entregar oportunidades, qué quizás en otras ciudades latinoamericanas con las que competimos, no se están entregando. Además, ¿qué sucede con los servicios de emergencias? Con los hospitales, por ejemplo, ¿O con Carabineros? No se trata que todos los hospitales o las comisarias de Chile estén en dos idiomas, me refiero a los signos e implementos de la ciudad para indicar el lugar y acceso a estos servicios.
Por ejemplo, en Santiago y casi la mayoría de las ciudades, no existe señalización bilingüe para el transporte público. Insisto, no dentro de los buses, pero si en los paraderos o en las estaciones de metro. Es verdad que algunas de ellas sí hay, pero quedan varias que altamente frecuentadas por los turistas sólo en español. Afortunadamente en varias ciudades turísticas, como Pucón, Puerto Varas o Punta Arenas encontramos un poco más de ayuda, pero no podemos dejarlo sólo en estos puntos. Si en Santiago, la ciudad de entrada para los extranjeros que sólo pueden llegar en avión, no tenemos señalética que ayude a una estadía más agrable, poco ayudamos a la industria del turismo.
Aquí no se trata de hacerles un favor a los visitantes, se trata de ayudarnos a fomentar un carácter turístico, que sin duda tiene varios lugares de nuestro país. Dentro de los grandes planes y proyectos que realiza el Servicio Nacional de Turismo quizás, deberían contemplarse medidas como ésta, que pueden ser muy puntuales pero que podrían tener un impacto de inmediato. Así, los turistas que viene a Chile podrían llevarse un grato recuerdo de su estadía en Chile y quizás incentivar la medida en otros lugares del mundo.