El despegue de América Latina y el posicionamiento de Lima
Como les comenté en la serie de artículos anteriores, la conferencia Global Metro Summit – realizada en Chicago el pasado mes de diciembre – dibujó un escenario favorable para las ciudades de Latino América – al igual que las de China e India. Luego de analizar 150 áreas metropolitanas bajo una metodología que mide el Valor Agregado Bruto (VAB) entre los años 1993 y 2010, Brookings Institution y LSE Cities posicionó al área metropolitana de Lima como líder en Latino América, seguida por Santiago, Rio de Janeiro, Guadalajara, Buenos Aires, Belo Horizonte, Sao Paulo, Bogotá, Brasilia y Ciudad de México. A nivel global, Estambul se posiciona primera junto a ciudades Asiáticas como Shenzhen y Shanghai, las cuales si bien menos ricas que sus pares Europeas y Norteamericanas, están dando a pie a la consolidación de una creciente clase media.
Si bien el instrumento de análisis, Global Metro Monitor (GMM) que combina desempeño económico y generación de empleo sirvió para mapear la recuperación económica de la región, otros valores como los índices de desarrollo humano no aparecen representados, aspecto de gran relevancia al momento de evaluar el desempeño de la región de Sudamérica a cabalidad. El detalle detrás del despegue económico de Lima después del salto.
Desempeño del área Metropolitana de Lima
El área metropolitana de Lima cuenta con una población aproximada de 8.5 millones de habitantes, posicionándose como la cuarta área metropolitana más grande de Sudamérica. El área metropolitana de Lima engloba cerca del 30% de la población de Perú, y genera más del 50% del PIB del país. Lima actúa como centro de comercio, financiero y de servicios para la economía de Perú centrada en la provisión de commodities.
Antes de la Recesión Económica
En el periodo pre-recesión, comparada con el promedio país, el área Metropolitana de Lima superaba el promedio nacional en cuanto a ingresos, y se encontraba levemente rezagada en cuanto a generación de empleos. Comparado con el contexto internacional, tanto los índices de empleo como el crecimiento del ingreso era alto, pese a que el VAB alcanzaba sólo $5,500 USD. El fuerte crecimiento de Perú durante la época pre-recesión fue debido a políticas de liberalización del comercio sumado a una fuerte inversión directa de capitales extranjeros a comienzos de los 90. Esto de alguna forma fortaleció a la región como un centro de producción internacional para la agricultura; minerales como oro, cobre y plomo y zinc, y bienes manufacturados derivados de estos productos.
Durante Recesión
La recesión solo ayudo a reforzar la posición de Lima como una de las áreas metropolitanas que mejor se desempeño a nivel global. Ésta subió al ranking 11 entre 150 metrópolis durante el periodo de recesión. Como es sabido, la recesión afectó poco a los países de Sudamérica donde la crisis bancaria global fue percibida como tenue dadas las ajustadas regulaciones en el sector financiero. A principios de 2007, este “ambiente seguro” provocó un efecto de redirección de capital desde mercados que habían sido golpeados por la crisis, hacia países en desarrollo como Perú, Brasil, Chile y Colombia entre otros. En Perú, el rol de Lima como motor principal del crecimiento económico significó que las inversiones tanto del sector público como privado excedieron por lejos la de cualquier otra área metropolitana en la región.
Recuperación
A continuación de la recesión, el ingreso y empleo en Lima se dispararon a un rango de 5.6 y 5.7 % respectivamente, superando el promedio nacional de Perú en ambos casos. Mientras Lima continua superando al resto de las áreas metropolitanas de Sudamérica durante este periodo, otras cinco áreas metropolitanas se encuentran también dentro de las más fuertes a nivel global, estas son; Santiago, Buenos Aires, Sao Paulo, Rio de Janeiro y Belo Horizonte.
La certeza sobre la persistencia de estos índices económicos una vez que la recuperación económica se expanda todavía está por verse. Como una ventaja comparativa, Perú ha ido gradualmente reduciendo la dependencia de sus exportaciones hacia mercados de Estados Unidos y Europa, al tiempo que ha establecido numerosos acuerdos comerciales con países Asiáticos. Pese a esto, dada su base económica la productividad de Lima aún depende fuertemente en la demanda externa y los precios de los commodities, particularmente de la minería y la agro-industria. Tiene a su vez un reducido número de industrias tecnológicas y, al igual que países como España previo a la recesión, la construcción ha sido el sector que más rápidamente se ha expandido en la última década. El crecimiento de la construcción se estima crecerá al menos en un 16% durante el 2010, mientras que el pedazo de la torta del PIB correspondiente a manufacturas irá en ligero retroceso.
Expandiendo la información hacia el Desarrollo Humano
Si bien los índices posicionan a Lima como una ciudad lider en recuperación económica dentro de la región, sería por decir lo menos simplista conformar el análisis sólo desde el desempeño del nivel de ingresos y el empleo. Tal como lo plantea el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la verdadera riqueza de las naciones radica en la consideración ampliada del desarrollo humano. En ese aspecto, las ciudades de America Latina tiene un largo trecho por delante, y el caso de Lima no es la escepción. A diferencia de los índices de GMM que analizan áreas metropolitanas, los reportes de desarrollo humano producidos por el PNUD distribuyen el ranking a partir de países y no de ciudades. En esa línea, Chile es el país que lidera el desarrollo humano de la region en el puesto n°45, seguido por Argentina, Uruguay, Panamá y México. Perú por su parte, si bien n°63 se encuentra más rezagado con respecto al resto, pero supera a Brasil por más de 10 puestos, ubicado este último n°73 a nivel global.
Más allá de las cifras, lo cierto es que el desempeño de la región y el posicionamiento de ciudades como Lima, enfrenta grandes desafiós que no se superan por lo visto con sólo reducciones tributarias e inversión extranjera, sino con políticas progresistas que apunten a mejorar temas complejos el acceso a la vivienda, mejorias en transporte, educación, salud entre otros.
Las claves para lograr un buen posicionamiento
Dicho lo anterior, el área de transporte público es buen ejemplo de los pendientes que ha comenzado a asumir la ciudad de Lima. Con una flota de buses significativamente añosa y un sistema de operadores atomizado que recordaba los antiguos gremios – o carteles como dirian algunos – de transportistas en Santiago, Lima está atravezando un cambio profundo de mejoramiento del transporte público. El sistema se llama Metropolitano y es el nuevo sistema de buses rápidos que busca cambiarle la cara a la ciudad. Inspirado en los ejemplos de Curitiba y Bogotá, Lima se pone a tono con este sistema que fue recientemente nominado como uno de las mejores prácticas de transporte público por el Institute for Transportation and Policy Development ITDP de Nueva York.
Sin duda un buen paso adelante para seguir con atención los cambios que se vienen en Lima y estudiar así con mayor perspectiva todos los desafiós que implica el despegue de la ciudad que lidera hoy la recuperación económica en America Latina.
En los artículos restantes de la conferencia Global Metro Summit harán referencia a casos de estudios analizados por LSE Cities sobre Múnich, Turín, Barcelona, y Seúl.
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Artículo por @vergarapetrescu