Transantiago cumple cuatro años con aumento en la evasión y nuevo plan de infraestructura
Este año, el sistema de transporte sumará paraderos, corredores y sistemas de fiscalización.
por Manuel Valencia
(La Tercera – 10/02/2011)
El 10 de febrero de 2007 es recordado por muchos como un día en que el caos se apoderó de las calles de la capital, con la implementación del Transantiago. Desde ese día, los escasos 1.500 buses que iniciaron la operación y suplantaron los recorridos de siete mil micros amarillas no dieron abasto para cubrir las necesidades de la población.
El servicio no era apreciado por sus usuarios, quienes en marzo de 2007 lo calificaron con un 3,0. A cuatro años de su implementación, la evaluación ha mejorado: nota 4,2 entre agosto y septiembre de 2010, aunque algunos aspectos deficitarios persisten.
Por ejemplo, la evasión alcanza el 20%, más del doble de lo que registraban las micros amarillas, y por sobre el 13,4% de pasajeros que no pagaban cuando se inició el sistema, en 2007.
Algunos expertos, como el ingeniero en transportes Louis de Grange, afirman que actualmente hay menos usuarios en el sistema. Según él, se produjo una disminución desde cinco millones al inicio del sistema, a cuatro millones actualmente. “Es un efecto de la fuga de usuarios al transporte privado y los incrementos que ha experimentado la evasión del pasaje. Por el crecimiento de la economía eso va a seguir aumentando y el déficit del transporte va a crecer. La única forma de contrarrestarlo es implementando más Metro”.
Sin embargo, en el Ministerio de Transportes niegan este dato y afirman que el número de validaciones (viajes realizados con la tarjeta bip!) totaliza hoy 4.950.000 diarios, 353 mil más que los 4.597.000 de 2007, aunque los buses aumentaron en 1.700.
Efectos positivos
El sistema también ha tenido efectos positivos. Según un informe del Ministerio de Transportes, un bus del Transantiago con filtro contamina 15 veces menos que una micro amarilla. Estas máquinas totalizan el 31% de la flota.
Además, el ruido ha disminuido: los buses generan 25% menos de ruidos molestos que las amarillas. Asimismo, los 6.366 accidentes que protagonizaron micros amarillas en 2005 disminuyeron en 52%.
El presidente de la sociedad de Ingeniería en Transporte y académico de la Universidad de Chile, Leonardo Basso, opina que las mejoras del sistema pasan por cambios de fondo. “Lo central es dejar de pensar que el sistema se autofinancie, porque la cantidad de subsidio, la infraestructura y el nivel de servicio van de la mano: hay que ver qué transporte queremos y cuánto cuesta. Hay que disminuir la cantidad de operadores y agrandar las zonas”, indica.
Frente a ello, el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, admite que la ciudad, “por su infraestructura no puede lograr el estándar alemán de puntualidad donde uno tiene el horario marcado, pero lo que sí puede, y en eso estamos trabajando muy fuerte, es mejorar las regularidades, que las esperas sean lo menor posible y que los tiempos de traslado vayan mejorando”, asevera.
Ayer, Errázuriz dio a conocer la primera parte del plan de infraestructura, que demandará una inversión de 800 mil millones de pesos hasta 2015. Entre varias obras, se construirán 350 nuevos paraderos este año.