El Manzano: la comunidad que quiere ser autosostenible
El fin de semana estuve leyendo la revista Paula y me detuve bastante en el reportaje “El pueblo autosuficiente”, que cuenta la historia de El Manzano, el primer “transition town” de Chile y Latinoamérica.
En Plataforma Urbana hemos publicado los llamados a cursos de Bio-Construcción y algunos otros artículos que aluden a comunidades o proyectos ecológicos de ciudad. Pero aquí tenemos un ejemplo concreto y ‘oficial’, según Transition Networks, de una poblado que practica la permacultura y que pretende, en un largo plazo, ser completamente autosostenible.
¿Qué es una transition town?
Es una iniciativa de transición, eventualmente puede ser una ciudad, un pueblo, una isla o una universidad, por ejemplo, que pretende dirigir a la comunidad para entregar mejores iniciativas ante las presiones del cambio climático, el agotamiento de combustibles fósiles y la situación económica. Actualmente existen miles de iniciativas en el mundo, y la comunidad El Manzano es la primera en Latinoamérica y nuestro país. Las transition town se guían por principios claramente definidos.
¿Qué es la permacultura?
La permacultura es la principal técnica ocupada en las transition town y pretende que un territorio sea conscientemente diseñado para imitar los patrones y las relaciones que se encuentran en la naturaleza, y que al mismo tiempo produzca alimentos, fibras y energía en abundancia para satisfacer las necesidades básicas. Es decir, busca que un poblado sea lo más autosuficiente posible, al mismo tiempo que amistoso con su medio ambiente.
Relidad en Chile
En Chile el proyecto comenzó con tres profesionales del área de la agrícola, los hermanos Carrión. Ante la eventual venta del campo familiar que tenían cerca de Cabrero, en la región del Biobío, Javiera, José y Jorge decidieron irse a vivir al fundo y empezar el proyecto de la permacultura. En poco tiempo la idea se difundió entre los habitantes y comenzaron a formar una comunidad ecológica actualmente “certificada”, por decirlo de algún modo. (Ver más detalles de la historia aquí)
Lo primero que me llama la atención es cómo estás iniciativas proliferan y agarran vuelo en nuestro país, a diferencia de otros del resto del continente. Me pregunto si esto corresponderá al nivel educativo del país, que podría verse desde una óptica positiva, o si corresponderá a esa idiosincracia tan esnob que tenemos, donde las ideas y proyectos europeos o estadounidense siempre son bien recibidos. De cualquier manera creo que uno de los aspectos fundamentales de este tipo de iniciativas es la importancia que le entregan a la comunidad, a la integración de las personas con su entorno y entre ellos mismos. Si tienen un objetivo que busque un desarrollo económico amigable con el medio ambiente y que cree conciencia del futuro del planeta, cuánto mejor! Algunas ciudades, lamentablemente, han dejado de crear el sentido de pertenecia e identidad entre sus habitantes, que paradojicamente sigue manteniendo los sectores rurales con más dificultades de comunicación entre sí. Ante estas iniciativas, la unidad y colaboración que existe entre los “vecinos”, uno se pregunta ¿Qué clase de vecino estoy siendo? ¿Cómo estoy colaborando con mi barrio o con mi ciudad?, y en este caso ¿Cómo estoy ayudando a crear conciencia ecológica en mi medio ambiente?
Fuentes: Paula. cl
Transitionnetwork.org
Más información en Ecoescuela.cl o en Permacultura Chile