Para frenar rayados en edificios patrimoniales: Equipo especial de policías perseguirá a los grafiteros de Valparaíso

Incluye expertos en artes plásticas, lenguaje y caligrafía. Buscará identificar grupos, fechas y horarios de rayados.

ÁLEX DELGADO
(El Mercurio – 16/02/2011)

“Quiero decir a las personas que se dedican a esto que tienen bastante agotada a la ciudadanía de Valparaíso”. La frase del alcalde Jorge Castro grafica la desesperación de la autoridad ante la proliferación de grafitis en los edificios patrimoniales y públicos de Valparaíso, patrimonio de la humanidad desde 2003.

La gravedad de la situación llevó a que la fiscalía regional, el municipio, Carabineros y la PDI acordaran una estrategia conjunta para identificar y detener a quienes rayan, sin ningún sentido artístico ni autorización, los inmuebles porteños.

Hasta ahora, la persecución penal poco ha logrado para frenar el problema. Desde el año 2008, el municipio ha presentado cerca de 40 querellas por rayados a edificios patrimoniales y destrucción de infraestructura pública en Valparaíso.

Los últimos dos años esto le ha costado a la comuna casi $500 millones en repintado de inmuebles y reparaciones.

Para el abogado que representa al municipio en estas causas, el fiscal municipal Wladimir Mondaca, se necesita una legislación que aplique penas que vayan más allá de una multa para quienes destruyen el patrimonio de Valparaíso.

“Actualmente es lo mismo rayar un edificio moderno que uno de 1850, que pertenece a una ciudad patrimonio de la humanidad”, critica.

Identificar a autores

La estrategia acordada entre las policías, el Ministerio Público y la municipalidad apunta a utilizar sistemas similares a los que operan para capturar a narcotraficantes y delincuentes de diversa índole: identificar los grupos, horarios, fechas y elementos en común de los grafiteros, además de perseguirlos “en terreno”.

Este sistema comenzará a operar en los barrios Puerto, Almendral, el casco histórico y otras zonas de alto valor patrimonial de Valparaíso.

El jefe zonal de la PDI, prefecto inspector Gilberto Loch, dijo que para ello cuentan con un equipo multidisciplinario de efectivos, entre los que se incluyen profesores de artes plásticas, lenguaje y peritos caligráficos que analizarán los graffitis para identificar a sus responsables.

“Estos rayados tienen diferentes motivaciones, desde expresiones culturales hasta mensajes de grupos delictivos. También hay grafiteros universitarios, miembros de grupos anarquistas y tribus urbanas”, agrega.

Pero identificar y atrapar a los autores de los rayados es tarea compleja, afirma el subcomisario Javier Rivera, de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente de la PDI Metropolitana, que apoyará a los detectives porteños.

No siempre hay cámaras en los lugares en que operan y los testigos no los identifican. Otro elemento que dificulta la tarea es su rapidez para actuar. “En tres minutos pueden rayar completa la fachada de un edificio”, asegura Rivera.

Un elemento clave será la persecución penal de los grafiteros. Por esto, dice el fiscal regional, Pablo Gómez, se estableció un criterio de actuación único que consiste en que la municipalidad se haga parte de este tipo de acciones judiciales, y que la sanción incorpore la reparación del daño por parte de sus autores.

El tema preocupa tanto al municipio como al sector privado. Para Enzo Frioli, administrador del Emporio La Rosa -ubicado en el ex Café Riquet-, el rayado de fachadas de los locales comerciales “es un claro desincentivo para quienes han decidido invertir en Valparaíso”.

Ese edificio, recién remodelado, ha sido blanco constante de rayados. Lo mismo el edificio consistorial y el Arco Británico de la avenida Brasil, repintado más de 20 veces. Uno de los casos más preocupantes es el Museo a Cielo Abierto del cerro Bellavista, que tiene 20 murales de artistas como Roberto Matta.

3 MINUTOS

demoraría un grupo de grafiteros en rayar la fachada de un edificio, según la policía.