Memoria colectiva de los terremotos en Chile: el caso de la iniciativa Terremoto 1960
Al final de la semana, el domingo 27 de febrero, Chile conmemorará un año desde que ocurrió el terremoto que arrasó con buena parte de la costa de la región del Maule y la región del Biobío. Se realizarán actos oficiales con las autoridades y personas que fueron damnificadas, se recordarán imágenes que fueron transmitidas y publicadas por medios internacionales y seguro se hará una cuenta pública del avance en el proceso de reconstrucción.
Actividad justas y lógicas ante la magnitud y desastre que dejó el 27F. Pero los destrozos, evidentemente, no sólo fueron a nivel de inmobiliario particular y público, vimos las tragedias familiares y emocionales que afectaron a muchísimas personas. Situaciones que fueron expuestas una y otra vez por los medios masivos. Cabe preguntarse entonces ¿Cómo se está trabajando la memoria colectiva de las personas involucradas en dicho terremoto? ¿Cómo se ha recopilado el material emocional de la tragedia? (no me refiero al sensacionalismo, sino a las impresiones de la gente) ¿Cómo se estará almacenando la historial oral de esas zonas geográficas? Y ¿Cómo estos testimonios se harán parte fundamental de la reconstrucción y recuperación?
Una iniciativa que busca recuperar parte de nuestra historia sísmica es el Grupo de trabajo Terremoto 1960. Quienes luego de más de un año de trabajo, durante 2010 conmemoraron el cincuentenario del terremoto de Valdivia 1960, y ahora pretende recopilar y trabajar en material acerca del terremoto de Concepción 2010.
Su primer objetivo, y sin pensar jamás que ocurriría otro terremoto de esas magnitudes, fue recuperar todo el material posible del terremoto del ’60. De esta forma rescataron material de prensa de la época, fotografías del desastre, testimonios de distintas generaciones y relatos de quienes vivieron dicho terremoto. Este valioso material histórico lo presentaron a la comunidad en un sitio web, en el espacio público (en varias ocasiones en los sectores exactos en los que fueron levantados los campamentos de emergencias), y próximamente se publicará un libro con la información recopilada.
Quiero destacar en particular la labor de acercar esta recopilación histórica a las personas mediante el uso del espacio público.Me parece ideal llevar las imágenes a los mismos lugares donde hace cincuenta años atrás hubo aldeas de emergencia, al mismo tiempo que rescatar material audiovisual de la impresión de las personas al encontrarse con estos rucos. Rucos, el ala de este proyecto que contempló la intervención urbana llevó a la iniciativa a recorrer distintos sectores históricos de Valdivia, así como Corral, Los Lagos y Riñihue. Actualmente se encuentra en Valparaíso, en el hall de la sala de CENTEX del Centro de Extension del CNCA, ubicado en la plaza Sotomayor, y próximamente la exposición visitará la Biblioteca de Santiago, ubicada en Matucana.
Finalmente sólo quiero felicitar al grupo de trabajo de Terremoto 1960, además de invitarlos a dejar su testimonio acerca de cómo vivieron el 27F, y a que revisen el material gráfico y audiovisual de las experiencias vividas en el terremoto más grande de la historia de la humanidad.