Biministro Golborne: “El país no está mirando el tema energético con visión de largo plazo”
El ministro más popular del gabinete de Sebastián Piñera salió al paso de las críticas a la aprobación de la Central Castilla, asegurando que todos los proyectos generadores de energía a los que se les ha dado luz verde es porque cumplen con las exigencias medioambientales impuestas por la ley.
Por Claudia Rivas Arenas
(El Mostrador – 04/03/2011)
Cuando la polémica por la forma como se aprobó la termoeléctrica Castilla aún está lejos de apagarse, el biministro de Minería y Energía, Laurence Golborne, plantea que lo que Chile necesita es un debate serio acerca de la matriz energética que se requiere a largo plazo. No sólo con miras a una mejor calidad de vida de las personas, sino que también permita una mayor productividad y competitividad. De allí que no se espante por la aprobación que, según aclara, hicieron los organismos pertinentes pues cumplía con los requisitos exigidos por la ley, de una de las centrales a carbón más grande de Sudamérica. Y de paso desmitifica el que este tipo de energía esté desapareciendo.
Golborne reapareció esta semana en el Congreso después de un par de meses y en medio de un ambiente triunfalista, pues casualmente se acababa de dar a conocer la última encuesta Adimark, según la cual continúa liderando el ranking entre los ministros más populares con un 84 por ciento de aprobación. Aunque, como ya se ha vuelto costumbre, rechazó amablemente referirse al tema, pese a las demandas de la prensa.
Consultado por El Mostrador acerca de la situación que afecta a la Central Castilla y al problema energético, el biministro puso el énfasis en que, dada la necesidad que tiene Chile de duplicar su matriz energética cada 10 o 20 años, debiera pensarse en más de una alternativa y no descartar nada a priori.
-Esta necesidad imperiosa de generar energía está provocando que se aprueben proyectos como el de Castilla ¿cómo va a conjugar el Ministerio de Energía la necesidad energética de Chile con este tipo de proyectos?
-Quiero dejar claro que no es esta situación la que hizo que se aprobara nada. En Chile tenemos una normativa que dice que cualquier proyecto de cualquier índole, no sólo energético, minero, en el ámbito productivo, industrial, lo que sea, tiene que cumplir con requisitos legales para poder operar en el país. Dentro de esos requisitos están los procesos de aprobación de impacto ambiental. Y cualquier proyecto, de cualquier naturaleza, que cumpla con los requisitos, debe ser aprobado. Lo que debemos buscar es cómo hacer los proyectos que tengan, ojalá, el menor impacto posible en el medio ambiente y el menor impacto posible en las comunidades.
-¿Y eso cómo se conjuga?
-Para eso es el proceso de evaluación de impacto ambiental. Por lo tanto si un proyecto cumple esos requisitos debiese ser aprobado. Y eso es lo que creo que ha ocurrido con estos casos, que han sido aprobados por las respectivas comisiones. Por lo tanto, no es que producto de una situación se apruebe un proyecto. Es la situación normal que un país debiera vivir.
-Los críticos de este proyecto dicen que las centrales a carbón están desapareciendo en el mundo por el nivel de contaminación que generan. ¿No se debería propender, entonces, a terminar con este tipo de energía en Chile?
-Yo creo que, efectivamente, como país no estamos mirando el tema energético con una visión de largo plazo. Aquí se han postergado análisis de temas que son relevantes y que son los que debemos discutir. El tema del carbón en el mundo… no es que no existan más centrales a carbón, el 48 por ciento de la energía en Estados Unidos se genera hoy día con carbón, en Chile sólo el 23 por ciento. Y en Alemania el 46 por ciento y así. Por lo tanto, es una tecnología vigente. La pregunta no es si es carbón o no es carbón, tenemos que mirar esto con una visión de largo plazo.
En Estados Unidos se genera hoy día con carbón, en Chile sólo el 23 por ciento. Y en Alemania el 46 por ciento y así. Por lo tanto, es una tecnología vigente. La pregunta no es si es carbón o no es carbón, tenemos que mirar esto con una visión de largo plazo.
-Pero la oposición a las plantas de carbón es fuerte.
-Hay oposición a plantas de carbón, a las represas hidráulicas, a la energía nuclear, ahora hay una oposición a las plantas eólicas. La verdad es que hay oposición a cualquier forma energética, pero la realidad es que el país necesita duplicar su matriz energética cada 10 o 20 años. Eso significa que de aquí al 2050 necesitamos casi 100 mil megawats de potencia adicionales ¿de dónde van a salir? Quizás debiésemos, como país, tomar una definición a partir de un cierto consenso respecto de: primero, que necesitamos energía y, luego, qué tipo de matriz energética queremos. Por lo tanto, creo que tenemos que dejar de estar mirando el problema caso a caso y tratar de tomar una definición como país de hacia dónde queremos movernos. Y eso trasciende el tema de una planta de carbón o dos plantas de carbón o 10 plantas de carbón.
-En ese sentido hay quienes han planteado que la energía nuclear es más limpia y segura.
-Tal como ví en un viaje reciente a Europa, hay apoyadores y detractores de la energía nuclear y, probablemente, en nuestro país también ocurra lo mismo. Pero el debate hay que tenerlo y este debate debiese llegar a conclusiones. Y, en el fondo, lo que tenemos que conseguir es una solución de consenso y que sea una solución de equilibrio, donde no hay una sola alternativa vigente para Chile. Aquí, la energía nuclear no es la panacea ni es la solución de los problemas de Chile; la energía solar tampoco, la energía eólica tampoco. Todas estas fuentes contribuyen a una solución y la pregunta es qué equilibrio queremos en esa materia y cuánto cuesta, desde el punto de vista de las personas y desde el punto de vista de la productividad y competitividad del país. Esas son las variables que tenemos que definir.
-¿En lo personal por qué se inclina?
-Creo que las discusiones sobre esta materia no pueden ser personales. Tenemos que tomar los antecedentes y estamos estudiando distintas opciones y es una materia que el ministerio va a llevar adelante con propuestas, con difusión de ideas para, ojalá, generar los consensos adecuados.