Energía nuclear en Chile: ¿estamos preparados?
A la luz de los recientes problemas con la energía en Chile, y teniendo como referencia directa la emergencia nuclear desatada en Japón producto del terremoto de hoy, podemos pensar que la energía nuclear, que se veía como una posibilidad para el país, vuelve nuevamente a evidenciar sus riesgos.
Central Castilla, las protestas por el gas en Punta Arenas, el decreto de racionamiento emitido por el presidente hace unas semanas, la negativa ciudadana por las centrales en el río Achibueno y otros múltiples problemas, hacen que en Chile el tema energético haya estado en la palestra durante los últimos meses.
Si pensamos que de parte del gobierno se está continuamente recalcando que uno de los pilares para el desarrollo del país es la energía, y que su producción debe aumentar con los años, para satisfacer la siempre creciente demanda, claramente se hace necesaria la investigación de recursos energéticos nuevos, o el desarrollo sustentable de los recursos que ya utilizamos, como el hidroeléctrico y el termoeléctrico.
Lo cierto es que tanto los proyectos termoeléctricos como los hidroeléctricos son vistos por la ciudadanía como adversos al medioambiente y a la calidad de vida de las comunidades aledañas. Entonces, ¿será la investigación de nuevas fuentes de energía la única clave?
Por lo pronto ya hemos sabido hace un tiempo de dos proyectos para explorar nuevas fuentes de energía: la primera sería una planta eólica en el norte, y la otra, la posibilidad de que el gobierno chileno y la empresa GDF Suez desarrollen una central nuclear, también en el norte del país.
En la última visita de el biministro Laurence Golborne a Francia, se tuvieron conversaciones con empresas de ese país, para iniciar protocolos y acuerdos de cooperación. Concretamente, el pacto por ahora sólo incluye la explotación de uranio por parte de Codelco, que iría a las empresas francesas, pero a la larga existiría la posibilidad de desarrollar energía nuclear en Chile
Pero, ¿estamos preparados para ello? ¿somos los chilenos tan minuciosos y metódicos como para trabajar con energía nuclear?¿qué pasa con nuestra geografía altamente telúrica? ¿a dónde irían los desechos? ¿cuál sería el lugar más adecuado para instalar una central? Les dejamos abiertas estas preguntas, para que puedan plantear respuestas, aportes o más inquietudes.