“El panorama es desalentador si no se construyen proyectos eléctricos independientes del gas o del carbón”
El representante del proyecto de Endesa y Colbún agrega como nuevo elemento a favor de la hidroeléctrica el impacto que tendrá el alza del petróleo sobre las tarifas eléctricas, atendiendo a que hoy gran parte de los consumos de energía se satisfacen con generación térmica.
C.S. y J.P.
(El Mercurio – 14/03/2011)
Un nuevo elemento, según el vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, Daniel Fernández, justifica actualmente la construcción de las cinco centrales hidroeléctricas en la Patagonia.
El alza del precio del petróleo tendrá un efecto en cadena sobre sus combustibles fósiles sustitutos, como es el gas natural y el carbón, que hoy pesan en la matriz energética nacional, considerando que en enero más del 50% de la electricidad consumida en el Sistema Interconectado Central (SIC) provino de centrales que generaron energía con estas fuentes.
Fernández afirma que esto redundará, en el mediano plazo, en un incremento de las tarifas eléctricas que pagan los usuarios en sus domicilios, como también en la producción industrial con el consiguiente impacto inflacionario. “La aprobación de una nueva central térmica (Castilla) volverá a volcar la matriz energética chilena hacia una situación de más riesgo que antes. Entonces si uno mira el panorama, es desalentador si no se construyen proyectos adicionales que no dependen de combustibles fósiles”, agrega el ejecutivo.
A su juicio, la volatilidad en los valores del crudo llegó para quedarse. “Lo único que podemos esperar es una escalada de los combustibles fósiles, que no será de corto plazo porque la situación en Medio Oriente no se va a estabilizar en meses y va a tomar mucho tiempo hasta que haya una claridad política respecto de la gestión de esos países”, explica.
Y agrega que si bien los países aplicarán distintas fórmulas para aplacar el alza, como mecanismos de estabilización o subsidios temporales, “finalmente con un barril por sobre los US$ 100, la economía terminará pagando la cuenta”.
Según estimaciones de la compañía, la puesta en marcha de HidroAysén (complejo con una capacidad de 2.750 MW y cuyo costo se estima en el mercado en US$ 3.200 millones) reemplazaría a siete centrales a carbón, con descargas por 16 millones de toneladas de dióxido de carbono. “Eso equivale a la emisión completa de un año, de todo el parque automotriz de Chile”, dice Fernández, quien enfatiza que la operación de las centrales en la Patagonia ayudará también a reducir la huella de carbono.
Otra alternativa
La aparición de las energías renovables no convencionales (ERNC), como una alternativa a las centrales a carbón o hidroeléctricas, se han instalado con fuerza como una opción válida en la opinión pública.
Sin embargo, advierte Fernández, el costo en el caso de la energía termosolar es dos o tres veces mayor que un proyecto de una central tradicional. A su vez -indicó-, requieren de grandes inversiones en complejas redes de transmisión. “Mi planteamiento es que hay que ser realista. La energía alternativa tiene un futuro, pero falta mucho desarrollo tecnológico para reducir los costos”, plantea.
Alternativas de financiamiento para línea de transmisión incluyen incorporación de un socio
Los altos costos que supondría la línea de transmisión que llevará la energía generada por HidroAysén hasta Santiago, a través de un tendido independiente del que transporta energía en el SIC actualmente, dejan la puerta abierta a varias alternativas de financiamiento, entre ellas incorporar a un socio a este proyecto. Al respecto, Fernández manifiesta: “Hemos conversado con interesados (…) no es la vocación de Colbún ni Endesa operar largas líneas de transmisión. Por lo tanto, buscar un especialista ya sea por la modalidad de sociedad o concesión, está dentro de las posibilidades”.
A fines de año, HidroAysén ingresará al Sistema de Evaluación Ambiental el estudio correspondiente a la línea que, según estimaciones de mercado, tendría un costo de US$ 3.800 millones y una extensión de 1.920 kilómetros . Respecto a la opción de compartir parte del trazado con la línea del proyecto de tres centrales de Energía Austral (1.054 MW), que también en Aysén busca desarrollar la minera suiza Xstrata, Fernández dijo que no hay nada resuelto aún.
“El ánimo es buscar acuerdos que sean favorables para los dos lados, pero si complican nuestra operación vamos solos”, afirmó.