Golborne da respaldo al carbón y se abre a cambios normativos para reducir costos de energía
El biministro de Minería y Energía dice que el sistema no está funcionando de manera correcta, impidiendo que los precios caigan.
por Antonio Astudillo
(La Tercera – 30/03/2011)
Los altos precios de la energía preocupan al biministro de Energía y Minería, Laurence Golborne, quien debe cumplir con la meta del gobierno respecto de que alcancen niveles más razonables. Golborne así lo hizo ver ayer al indicar que hay factores que están impidiendo alcanzar costos más baratos de la energía. Entre las posibles causas menciona “problemas de competencia”.
Según datos de Bice Inversiones, en el último año el costo marginal -esto es, lo que pagan las empresas por comprar energía en el mercado spot- subió 77,3% respecto del mismo período de 2010, ubicándose en torno a los US$ 256 por megawatt.
“Estamos en una situación compleja. Tenemos un sistema que trata de optimizar el costo total de inversión y generación eléctrica, con una mirada de corto plazo. Pero si miramos los costos reales de producción de energía, algo está pasando en el sistema, en la realidad, hay problemas de competencia, de acceso a redes, pero algo no está funcionando, porque un sistema que pretende optimizar el costo de generación no está obteniendo los costos más baratos”, dijo.
El ministro reconoció que, aunque tenía ventajas en el aspecto económico, el actual sistema de precios mostraba irregularidades respecto de la competencia, lo que impedía que se recogieran las “señales” de largo plazo. Asimismo, se abrió a la posibilidad de realizar cambios.
“Obviamente, hay algunas irregularidades o algo que no está haciendo que esto funcione perfectamente bien, y puede ser perfectible. El sistema ‘marginalista’ no está absorbiendo adecuadamente las señales de largo plazo que la sociedad está dando. Es necesario avanzar en un analisis técnico y político que determine las respuestas (…) en modificaciones que vayan en esa dirección”, dijo.
Golborne también dio un espaldarazo al carbón. Señaló que en el mundo la oferta eléctrica “es esencialmente carbonífera, nos guste o no. El carbón es el combustible fósil más importante del mundo, con 41% de la oferta”. Agregó que Chile también sigue esta tendencia, con una matriz que se estaba “carbonizando (…) Hay necesidades que hacen que se requieran ciertas plantas en el sistema chileno. Los gobiernos, sean de este signo político o de otro, no debiesen avergonzarse de aprobar proyectos necesarios para el país”, dijo.
Los expertos coinciden en la necesidad de mejorar el sistema vigente y reconocen que existe un desequilibrio entre oferta y demanda, que se arrastra desde la crisis del gas argentino.
Ramón Galaz, gerente general de Valgesta, indica que, si bien el sistema ha sido “exitoso” desde su implementación a principos de la década de 1980, su principal falencia es que no permite hacer frente a situaciones de largo plazo.
“Es un sistema que permite modelar en el corto plazo, pero no en el largo plazo, porque va asignando los costos en una ventana de tiempo muy pequeña. No es capaz de incorporar aspectos como shock de mercado. Creo que el modelo es perfectible”, dice.
Francisco Aguirre, de Electroconsultores, señala que al ser un sistema de tarificación, se basa en principios que no se están cumpliendo. “La teoría marginalista supone que hay un sistema competitivo y adaptado en oferta y demanda”, lo que hoy no estaría sucediendo.
La ex secretaria ejecutiva de la CNE Vivianne Blanlot agrega que el sistema de precios marginales en un escenario de mercado perfecto funciona y permite la entrada de nuevos inversionistas, cuando los costos están altos. Sin embargo, estima que esto no ocurre porque no hay señales claras al inversionista respecto de que podrá desarrollar bien sus proyectos.